El beneficio de Vichy Catalán se hundió un 97% por la crisis del Covid

Las actividades del Grupo Vichy Catalán, estrechamente ligadas a la hostelería y la restauración, se vieron lastradas el año pasado por el cierre de los establecimientos y las restricciones que padeció el sector.

La situación de Vichy Catalán revistió por momentos tintes alarmantes, dado el desplome atronador de los ingresos. La dirección de la casa se vio impelida a adoptar un paquete de medidas enérgicas.

ERTE

Estas consistieron, de entrada, en una contención máxima de los gastos de todo género y el freno en seco de las inversiones presupuestadas.

El grueso de la plantilla, integrada por 630 trabajadores, entró en expedientes de regulación temporal en el curso del ejercicio.

ALQUILERES, SUMINISTROS Y CRÉDITOS ICO

Dichas iniciativas comprimieron los aprovisionamientos un 26%, los dispendios de explotación un 21% y los de personal, un 9%.

Aquí no se acaban las medias. Asimismo, entre marzo y junio Vichy bajó la persiana del hotel balneario que explota en Caldes de Malavella; renegoció el alquiler de los locales y naves industriales que ocupa como arrendatario; solicitó el aplazamiento de pago de los suministros energéticos; y suscribió nuevos créditos bancarios, avalados por el ICO, por importe de 3,3 millones.

Además, Vichy traspasó a un tercero Distribuciones Vincer, de Albacete, titular del Manantial de Salud.

RESULTADOS

El alud de actuaciones desarrolladas no frenó el deterioro de las principales magnitudes del Grupo Vichy. El giro consolidado cayó como un plomo de 132 a 100 millones.

Vichy mantuvo sus cuentas en la senda de los números negros. El beneficio de explotación acabó en 1,9 millones, frente a los 10,4 millones anteriores.

El batacazo final queda reflejado en el beneficio consolidado, que pasó de 6,2 millones a solo 185.000 euros, es decir, con baja de nada menos que un 97%.

ENDEUDAMIENTO Y PLANTILLA

Capítulo aparte merece el pasivo exigible que arrastra el grupo de aguas minerales desde varios lustros atrás. Al cierre de 2020 está contabilizado en la suma de 48 millones. Desde 2015, se ha negociado dos veces con las entidades prestamistas.

En la anterior crisis que perduró hasta 2012, Vichy atravesó serios agobios de tesorería y se vio en el trance de exigir duros sacrificios salariales a los empleados.

PRÉSTAMOS SINDICADOS

Las tensiones económicas siguieron. En 2015 firmó el primer acuerdo con los bancos para reestructurar la deuda pendiente. Dos años después, rubricó el segundo.

Este último se plasmó en un contrato de financiación sindicada, del que es garante hasta el último céntimo la holding SA Vichy Catalán.

VENIA BANCARIA

El pacto con la banca en 2017 quedó supeditado al cumplimiento de determinadas ratios. Dado el tremendo impacto del coronavirus, las ratios han quedado muy alejadas de los mínimos exigibles. Así que Vichy solicitó a las entidades una dispensa temporal y estas se la concedieron el año pasado.

ADMINISTRADORES Y PROPIETARIOS

El consejo de administración de SA Vichy Catalán está formado por el patriarca Juan Bautista Renart Cava, presidente y principal accionista; de vicepresidenta ejerce su hija Irene Renart Montalat; los vocales son Enrique Casas Felip y Sara Dalmau Murla; la secretaría del consejo corre a cargo de Juan Bautista Renart Montalat, quien además es el director general del conglomerado de aguas.

RETRIBUCIONES

Este órgano de gobierno acordó un recorte de su paga del 14%, hasta 1,6 millones. La de la alta dirección se rebanó de 828.00 a 788.000 euros.

Vichy Catalán tiene la sede central en la calle Roger de Llúria, de la Ciudad Condal.

CAUDAL DE INGRESOS

Los activos constan de siete manantiales de agua mineral sitos en España. Cuatro se encuentran en la provincia de Girona. Son los de Caldes de Malavella, Sant Hilari de Sacalm, Arbúcies y Maçanet de Cabrenys.

Los otros tres están ubicados en Mondariz (Pontevedra), Almazán (Soria) y Telde (Gran Canaria).

Esta relación de instalaciones industriales, la maquinaria que albergan y las naves de almacenaje, encierran un valor bruto de 170 millones.

TRES DIVISIONES

Vichy Catalán incluye tres grandes áreas de negocio. La principal se titula Premium Mix. Engloba el envasado y venta de agua mineral, zumos de fruta y otras bebidas.

Comprende una veintena de marcas, entre ellas la histórica Vichy Catalán, más Mondariz, Lambda, Font D'Or, Regas, Malavella y Les Creus.

La segunda unidad es el deficitario hotel-balneario Vichy Catalán, de Caldes de Malavella. Ofrece alojamiento y tratamientos de salud.

AGUA SANT HILARI

Los ingresos del establecimiento menguaron el año pasado un 48%, hasta 1,9 millones. La sociedad filial que lo explota sufrió unas pérdidas de medio millón, que dejan su saldo patrimonial en magnitudes negativas.

Por último, en el perímetro de Grupo Vichy es de citar la firma Manantial de Salud. Se dedica a la distribución de las fuentes de agua Sant Hilari, destinadas a oficinas y empresas.

PATRIMONIO

Al cierre del ejercicio 2020, Grupo Vichy escrituraba unos fondos propios de 41 millones. A la vez, había contraído deudas bancarias de 48 millones, incluyendo los créditos ICO.

Vichy posee una participación de poco más del 1% en el renqueante Grup Serhs, distribuidor de productos alimentarios y gestor de una cartera de hoteles propios.

PÉRDIDAS LATENTES

El lote de acciones registró en 2019 un deterioro de 347.000 euros, debido a la declinante evolución de Serhs ese año.

En cambio, en el balance auditado de 2020, Vichy ha acordado no introducir variaciones en la tasación del paquete de títulos.

GRUPO EN MARCHA

Es de destacar que en el ejercicio 2020 Serhs perdió hasta la camisa, se encuentra contra las cuerdas y ha tenido que implorar ayuda al fondo de rescate del Gobierno de Pedro Sánchez.

Vichy Catalán explica que los estados contables consolidados se han confeccionado bajo el principio de empresa en funcionamiento. Se han tenido en cuenta la situación del covid, así como los posibles efectos en la economía española y en la empresa. Vichy concluye que “no existe riesgo de continuidad en la actividad”.