Nicola Pedrazzoli, contra las cuerdas. El empresario italiano, propietario de 8TV, encuentra serias dificultades para financiar su nueva aventura en el ámbito de los medios catalanes. Así lo ha expuesto el editor de Grupos de Medios Global (GMG), Xavier Salvador, en un reciente artículo de opinión en Crónica Global

La columna ha sido muy comentada en el sector de la comunicación catalana. Existen muchas dudas sobre el proyecto de Pedrazzoli, y el artículo de Xavier Salvador aporta algunas claves sobre los escasos socios financieros que está encontrando el empresario italiano. 

EL APOYO DE BORJA GARCÍA-NIETO

Uno de los principales valedores económicos del proyecto de refundación de 8TV es Borja García-Nieto Portabella, abogado y presidente del grupo financiero Riva y García, así como expresidente del Círculo Ecuestre. A García-Nieto siempre se le ha vinculado con el Opus Dei. En el plano religioso, García-Nieto destaca por participar en la Universidad Abad Oliba --vinculada también con el Opus Dei-- y por su relación con el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella. "¿Cómo explicará García-Nieto la iniciativa a su amigo y nuevo hombre fuerte del PP, Alberto Núñez Feijóo? ¿Tiene buen encaje esa proximidad personal con sus intereses en medios que dan pábulo al independentismo o están dispuestos a vivir gracias a él? La incógnita ha llegado incluso al seno del PP", señala Salvador en su artículo.

El abogado opusdeísta es uno de los pocos aliados que ha encontrado Pedrazzoli para su iniciativa. Quién le ha dado esquinazo al empresario italiano han sido el andorrano Christian Pérez y el murciano Javier Morán. Fruto de esos contratiempos, Pedrazzoli busca nuevos apoyos en figuras como Félix Revuelta (Naturhouse) o el polémico Jaume Roures como un eventual apoyo económico a través de interpuestos. "Quienes avalaban esa tesis no confirmada lo justifican por las dificultades y obstáculos que el trotskista no pudo superar cuando quiso comprar Grupo Zeta", indica Salvador.    

AYUDAS PÚBLICAS

Pedrazzoli tampoco ha encontrado en la financiación pública la solución mágica que encontraba para cuadrar las cuentas de su proyecto. La aportación de la Generalitat no supera los 200.000 euros anuales, una cuantía similar a la que aportaba cuando la televisión pertenecía al Grupo Godó, y que nunca consiguió en convertir en rentable. 

En su columna, el editor de GMG --grupo en el que se encuentra Metrópoli-- recuerda los orígenes del italiano, en los que recibió inyeccciones de dinero público para un proyecto frustrado de la mano del socialista Manuel Bustos y el convergente David Madí

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