El presidente ejecutivo de Damm, Demetrio Carceller, galardonado con el título de "líder empresario de 2022" en Nueva York. Se trata de un título que cada año concede la Cámara de Comercio España-Estados Unidos a ejecutivos españoles que se hayan distinguido por su labor.
Carceller ha sido reconocido "por haber impulsado la transformación dentro de las empresas que dirige y convertirlas en líderes de sus respectivos sectores", tanto en el caso de Damm en el sector alimentario y de bebidas o en el de DISA en el de distribución de carburantes.
EXPANSIÓN INTERNACIONAL
La cámara destaca que Carceller, en el tiempo que lleva al frente de Damm, ha multiplicado por cinco el número de empleados y ha liderado la expansión internacional del grupo, hasta el punto de que ahora las operaciones internacionales representan el 30 % de la actividad del grupo.
En Estados Unidos, Damm está presente principalmente en Miami a través de su marca de sándwiches Rodilla, donde ha tenido éxito entre el público latino, mientras que la penetración de las cervezas del grupo Damm –principalmente Estrella Dorada– es más lenta por la enorme competencia en el mercado americano, según reconoció Carceller ante los periodistas.
DISCURSO
El empresario ha recibido el galardón de la cámara en una cena de gala celebrada anoche a la que han asistido unos 200 invitados del mundo empresarial y diplomático, y ha sido el exembajador estadounidense en España Alan Solomont, en su calidad de presidente del Consejo de Administración de la cámara, quien ha entregado el galardón a Carceller.
En su discurso de recepción del premio, Carceller ha evocado con cariño sus años de estudiante en la Universidad de Duke (Carolina del Norte) y ha recordado los valores que allí aprendió y que lo marcaron posteriormente como persona y empresario: no tener miedo al fracaso ni al cambio y aceptar los riesgos, ha dicho.
"LÍDER EMPRESARIAL SOCIAL"
Ha destacado además la importancia de la ambición para un empresario y ha citado aquí al filósofo Adam Smith cuando dijo que "la ambición individual sirve al bien colectivo"; según él, este principio le ayudó a guiar su carrera por el bien de lo que los americanos llaman "la comunidad" y que para él se traduce en ser "un líder empresarial social".
También ha elogiado a los estadounidenses por "cuánto amáis a vuestro país", así como por fomentar siempre "el hambre de transformar e innovar"; todo ese carácter -ha razonado- constituye para él "una carta de amor a Estados Unidos". "Es una pena que (España y Estados Unidos) solo seamos amigos –ha concluido– cuando podríamos ser los mejores amigos".