El Centra d’Art Contemporani del espacio de Fabra i Coats, en el Paseo de Fabra i Puig, ya tiene quien lo gestione. Se trata de la compañía Trànsit Projectes. Esta firma coordina el establecimiento desde el año 2021, pero le vence este otoño, por lo que se realizaron los trámites de un contrato de 926.490 euros. La contratación se realizó en julio de 2021, por dos años y dos meses. El pasado 18 de octubre, no obstante, se firmó una enmienda al contrato inicial por la que se establecía la duración en sólo dos años. Y, como el primer contrato fue formalizado en octubre de 2021, se determinó que vencerá el próximo 31 de octubre de 2023. Esta semana, pues, se ha acordado definitivamente, prorrogar el acuerdo con Trànsit. En un principio, la prórroga es de un año más y el presupuesto reservado es de 469.722 euros, por lo que el monto total del contrato hasta el momento se eleva a 1.396.212 euros. El objeto del convenio, según figura en la primera cláusula del mismo, es llevar “la coordinación técnica, gestión y producción del Centre d’Art Contemporani”.

Fabra i Coats es un espacio que une un centro de arte y una fábrica de creación que dan cabida a todo el engranaje del proceso creativo (búsqueda, creación, producción, exhibición y difusión) desde la interdisciplinariedad. La empresa debe apoyar la creación y promoción “de las artes y el pensamiento contemporáneo” y ser la articuladora y coordinadora del sector artístico “con incidencia en el ámbito social a escala local, estatal e internacional” para proporcionar “espacios de encuentro y recursos (humanos, económicos y logísticos) a agentes culturales, ya sean individuales o colectivos, para el desarrollo y la difusión de sus proyectos”.

UN ESPACIO DE ENCUENTRO

En los últimos años, se ha impulsado la Fabra i Coats como un punto de encuentro para “impulsar un diálogo transversal, crítico y plural entre procesos y visibilidad, producción cultural y participación ciudadana, memoria histórica y artes contemporáneos, entre comunidades artísticas, educativas y de proximidad”.

Fabra i Coats en una imagen de archivo AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

La misión de Trànsit es también realizar una programación de apoyo a la creación y promoción de las artes y el pensamiento contemporáneos. El centro de Fabra i Coats se rige por una gobernanza compartida entre una dirección técnica municipal, y una plataforma de participación, el Consell de la Fabra, que representa a todos los agentes relacionados con el espacio (residentes, trabajadores municipales, entidades vinculadas…). Muchas de las prácticas artísticas que acoge son experimentales y se basan al mismo tiempo en la búsqueda de metodologías experimentales, lo que la convierten en uno de los centros públicos de referencia en cuanto a expresiones artísticas en Barcelona. Las comisiones son grupos de trabajo que se reúnen periódicamente para proponer contenidos y estrategias de la entidad.

CONDICIONES A LA EMPRESA

Los responsables imponen a la empresa contratista una ristra de condiciones éticas determinadas para preservar los valores sociales y laborales impulsados desde el consistorio. Así, en las bases del contrato, se especifica que el espacio de Fabra i Coats “se incluye dentro del código ético y de conducta del Ayuntamiento de Barcelona y sus principios generales de actuación. En relación con este código y su impacto en clave cultural, la empresa adjudicataria ha de garantizar las consideraciones sociales, éticas y profesionales del equipamiento para: garantizar el compromiso social, la participación y la igualdad de oportunidades; garantizar el respeto, la paridad, el lenguaje inclusivo y la diversidad. En la composición del equipo, será preciso velar por el equilibrio real de género; garantizar la transparencia, la eficiencia y la sostenibilidad en la gestión; y asegurar un entorno de trabajo participativo y motivador que facilite la integración de todos los equipos en el funcionamiento y la mejora continuada del equipamiento”.

Trànsit Projectes es una de las empresas mimadas del anterior consistorio, encabezado por Ada Colau. Además, su administrador, Àngel Mestres, había trabajado en el Ayuntamiento a las órdenes de Jordi Martí, la mano derecha de la exalcaldesa, que fue gerente municipal hasta las pasadas elecciones. Esta entidad gestiona otros espacios emblemáticos de la ciudad, como el Pati Llimona, la Casa Sagnier, el Convent de Sant Agustí o varios centros cívicos, entre ellos las Cotxeres de Borrell.

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