La sociedad Reborn 2004, que hace agua a raudales, ha instado concurso de acreedores con el propósito de transmitir el ruinoso negocio a terceros. El expediente se sustancia en el Juzgado Mercantil número 10 de Barcelona.
Reborn explota el gimnasio La Sala Magali, situado en calle Borí i Fontestà número 5, en el barrio de Sant Gervasi, frente al señorial Turó Park. El establecimiento está cerrado desde hace días y los teléfonos y el correo electrónico no responden. No obstante, la administración concursal asegura que el centro sigue abierto y con su horario y clases regulares.
PROMOTORES
Abrió las puertas veinte años atrás en su misma ubicación actual. Lo impulsaron la ciudadana francesa Magali Dalix, junto con Sergio de Dalmases Trias, Rosa March Escué, Ruth Puig García y Marta Cuatrecasas Barceló. Esta última es hija del multimillonario Emilio Cuatrecasas, fundador y máximo impulsor del despacho de abogados Cuatrecasas. El otrora reputado jurista fue condenado en 2015 a dos años de cárcel y al pago de 5,6 millones, por fraude fiscal.
EJECUTIVAS
Las máximas funciones directivas del centro deportivo las venían desempeñando Ruth Puig y Marta Cuatrecasas, en su calidad de consejeras delegadas solidarias. Pero la primera cesó en el cargo en 2021. Y la segunda renunció en 2022, a la vez que los restantes miembros del consejo, cuando ya la situación financiera de Reborn era alarmante.
Dalix hubo de asumir el mando en solitario y desde entonces está al frente de la sociedad como administradora única.
EL SISTEMA MAGALI TRAIN BETTER
Esta deportista gala es la creadora del método Magali Train Better, basado en sesiones de adiestramiento de máxima intensidad física. Asimismo es escritora, conferenciante e “influencer”, con 118.000 seguidores en Instagram. Instruyó como entrenadora personal a los participantes del concurso televisivo Operación Triunfo.
La Sala Magali cuenta con nueve trabajadores fijos. Facturaba 600.000 euros anuales hasta que sobrevino la pandemia del Covid. A partir de entonces sufrió un desplome devastador, del que ya no se ha podido recuperar. Las cuentas arrojan pérdidas consecutivas desde hace cuatro años, por un importe acumulado de más de medio millón.