Los datos son alentadores, con una tendencia al alza en la mayoría de ámbitos aunque con algunas sombras preocupantes. El Área Metropolitana de Barcelona es el gran motor del conjunto de Catalunya y supone el 55% del PIB de todo el territorio de la comunidad. El Aeropuerto de El Prat es el séptimo de toda Europa, y crecen las conexiones por AVE entre Madrid y Barcelona. Hay clústers repatidos en toda la metrópolis, pero, ¿se aprovecha lo suficiente? Con esa idea central, el teniente de alcalde de Economía del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls, ha reclamado que se ponga todo en valor, con más ambición. El área metropolitana, en su conjunto, es "la zona científica y de investigación mejor de España”, a juicio de Valls, que ha 'vendido' toda esa potencia para atraer "inversores y capital riesgo, que no es lo mismo".
Valls, en la presentación del estudio La Metrópolis de Barcelona, elaborado por Metròpolis Barcelona, de la AMB y la Cámara de Comercio, con datos exhaustivos en todos los ámbitos, ha insistido en el capital riesgo, y el capital social, con inversión en vivienda, con una mayor coordinación entre los diferentes centros industriales y tecnológicos. Lo que se pide es capital humano, preservación del medio ambiente, investigación e innovación. Y, ante esa demanda internacional, "hay que responder", a juicio del responsable de Economía del Ayuntamiento de Barcelona.
MIRADA GLOBAL
El presidente de la Cámara, Josep Santacreu, ha destacado el papel de Fira Barcelona, de los motores que han configurado Barcelona en el pasado. Lo que se debería conseguir, con una mayor determinación, a juicio de Santacreu, es ofrecer un entorno social y económico para conseguir que la inversión tenga un largo recorrido en el área metropolitana. Y siempre con una "mirada global e integradora para que se puedan desarrollar proyectos transversales".
Ahora bien, ¿existe la suficiente coordinación entre las administraciones? ¿Hay un problema de gobernanza metropolitana? Valls se ha centrado en todo lo que ofrece hoy el área metropolitana, tras considerar que hay "buena coordinación" entre centros tecnológicos, científicos e industriales, pese a determinadas carencias. "Hay que mejorar la transferencia tecnológica para que se concrete mejor lo que se investiga y entre en la cadena de valor", ha señalado, en referencia a los buenos resultados de las investigaciones académicas y a las publicaciones internacionales, pero que no bajan a la realidad en forma de empresas y de integración en toda una producción internacional.
LA SOMBRA DE LA POBREZA
Sin querer entrar en una posible disputa política, Valls ha señalado que el gran objetivo es que cada parte del territorio forme parte de la cadena de valor, y que empresas del conjunto del territorio catalán estén totalmente integradas en el esquema económico del área metropolitana.
Hay, sin embargo, sombras importantes. Ese territorio, que crece, que tiene un PIB per capita por encima de la media europea, con 41.253 euros --entre territorios como Tirol y Lombardía, también presenta índices de pobreza importantes. El porcentaje de pobreza --cuando los ingresos son un 60% inferiores a la medida-- se sitúa unos seis puntos por encima de la media europea.