Atrás han quedado las imágenes de los aeropuertos vacíos. Cuatro años después del estallido de la pandemia, el turismo se ha recuperado con gran rapidez. El conjunto de las infraestructuras de Aena han alcanzado cifras récord este 2023: el número de pasajeros se ha incrementado un 16,2% más que en 2022 e incluso mejora en casi un 3% la cifra de 2019. Una tónica que no se produce en el caso del Aeropuerto de Barcelona-El Prat pese a ser uno de los más importantes del Estado.
Si bien el aeropuerto barcelonés ha cerrado este último año con 49,91 millones de pasajeros -- lo que supone un 19,9% más que en 2022--, todavía no consigue alcanzar las cifras de 2019. De hecho, el tráfico de pasajeros se sitúa un 5,3% por debajo, según los datos del informe publicado por la Cambra de Comerç de Barcelona.
MÁS CONEXIONES INTERCONTINENTALES
Son cifras cuando menos sorprendentes si se tiene en cuenta el crecimiento del Aeropuerto con respecto a compañías aéreas y destinaciones. En total, 84 empresas operarán en El Prat esta temporada, una cifra cercana a los 103 operadores que hubo en la temporada 2019-2020. Con respecto a las destinaciones, el Aeropuerto de Barcelona contará con un total de 179: 103 europeas, 29 nacionales y 47 intercontinentales. Estas últimas han crecido un 15%.
Con estas cifras, la pregunta es clara: ¿Por qué el Aeropuerto de Barcelona no consigue alcanzar los números de 2019? Según Alícia Casart, Directora de Estudios e Infraestructuras de la Cambra de Comerç, se debe a que el aeropuerto barcelonés es distinto a los otros integrados en Aena. “Los aeropuertos como pueden ser el de Málaga o Palma son principalmente turísticos. El turismo se ha reavivado, por lo que han tenido muy buena recuperación postpandemia y esto influye en las estadísticas”. En cambio, el Aeropuerto de Barcelona tiene más mezcla de tipo de tráfico, incluyendo el turismo de negocio, que “todavía no se ha recuperado”. Para Casart, esto se debe a que, aparte de la dificultad que supone componerse de un golpe como la pandemia, también influyen cuestiones internacionales, como los conflictos o las incertezas económicas.
Otro factor que provoca que no se haya llegado al 100% de la capacidad es que hay conexiones que todavía no se han recuperado. Por ejemplo, las de Asia no se recuperan al mismo ritmo que otras intercontinentales. Los destinos asiáticos que deberían ser prioritarios a recuperar por su volumen de importancia son Hong-Kong y Shangái. También hay destinaciones concretas como Rusia, con un componente importante del tráfico, o Israel, con las que ahora no podemos contar con ellas.
UN AEROPUERTO "CONGESTIONADO"
Desde la Cambra de Comerç hacen una "lectura positiva" de estos resultados porque “vemos que la línea de recuperación es ascendente”. Sin embargo, alertan de que en pocos años, El Prat podría llegar a su máxima capacidad, que es de 55 millones de pasajeros al año. "Nos acercaremos a una situación que se nos había olvidado a todos, con un aeropuerto saturado, congestionado y con problemas de retraso", según Casart.
Una reflexión que coincide con la de Lluís Moreno, presidente de la Comisión de la Ampliación del Aeropuerto de Barcelona de Foment. Según Moreno, es preocupante que El Prat “sólo esté a un 5% de llegar a su capacidad total”. “La demanda continuará creciendo y, en unos tres años, podríamos alcanzar la saturación del Aeropuerto” asegura Moreno.
Según las predicciones de Eurocontrol, la recuperación prepandemia a escala europea se alcanzará a lo largo de 2024.
LA AMPLIACIÓN, EN EL PUNTO DE MIRA
Es aquí cuando entra en juego el debate sobre la ampliación de El Prat. La iniciativa lleva años encima de la mesa y ha enfrentado a partidos políticos, alcaldes y entidades ecologistas. La última propuesta de Foment es alargar la tercera pista entre 300 y 840 metros por encima de la laguna de la Ricarda o recuperar los usos anteriores a 2006, cuando las protestas de los vecinos de Gavà y Castelldefels por el ruido que causaban los aviones obligaron a Aena a un cambio operativo.
Mientras la futura ampliación sigue en el aire, el Aeropuerto de El Prat se mantiene como el séptimo aeropuerto europeo con más tráfico, y se consolida como la segunda infraestructura europea con más demanda de pasajeros origen-destino, sólo superada por Londres.