El Ayuntamiento de Barcelona se recupera de la pandemia y cierra 2023 con 51,2 millones de euros de superávit, lo que representa un 1,5% de los ingresos. La recuperación llega después de tres años consecutivos de déficit como respuesta a la crisis del covid. En la presentación de la liquidación del presupuesto del año pasado, el concejal de Economía, Jordi Valls, ha asegurado que el consistorio ha cumplido sus objetivos financieros.
El concejal ha detallado que el Ayuntamiento se ha gastado casi todo lo presupuestado en 2023. De los casi 3.600 millones de euros, se han liquidado 3.337 millones, un 92,2%. En el informe presentado, el gasto en inversiones supera el 78%, con 584 millones de euros ejecutados de los 750 millones de euros presupuestados. El principal operador de las inversiones ha sido Barcelona Infraestructures Municipals (BIMSA), con el 49,5% ejecutado.
Sube la deuda, pero se mantiene "estable"
Sobre la deuda, el consistorio se mantiene "estable" a pesar de superar por primera vez los 1.000 millones de euros. No obstante, se sitúa por debajo de lo que marca la Ley de Haciendas Locales. Según Valls, las ratios oscilan entre el 30 y el 35% y, en el cierre del ejercicio de 2023, la deuda de Barcelona representa un 30,7% del total de ingresos corrientes. Sobre el ahorro bruto presupuestario (diferencia entre ingresos y gasto corriente) se sitúa en un 16,2%, con 534 millones de euros.
Pago de facturas en menos de 30 días
Valls ha asegurado que en 2023, el pago a proveedores se ha cerrado en 21,7 días de media desde el momento en que la factura entra en el registro municipal, "muy por debajo de los 30 días que marca la ley".
Con estos resultados presentados, se descartan las previsiones de la Autoritat Independent de Responsabilitat Fiscal (AIReF), que auguraba un cierre con más deuda millonaria.