La empresa Gran Casino de Barcelona, de la saga Suqué Mateu, vuelve a ser una máquina de arrojar beneficios a destajo, tras el paréntesis del Covid. Según las cuentas de 2022, que acaba de publicar, ese ejercicio obtuvo unas ganancias finales de 14,7 millones de euros, que triplican con creces las del año anterior.
Dicho en otros términos, la entidad dejó 1,2 millones mensuales, limpios de polvo y paja.
Facturación disparada
La sensible mejora fue posible por el incremento exponencial de los ingresos, que se doblaron hasta los 77 millones, gracias a la normalización de las actividades tras la pandemia. Dicha magnitud todavía no llega a la cima histórica de la casa, alcanzada en 2018 con 89 millones.
La recaudación de 2022 se divide entre 71 millones correspondientes al juego propiamente dicho y 6 al servicio de bar.
Envites digitales a todas horas
Las dependencias físicas de juego se complementan con el Casino Interactivo Barcelona, de carácter digital. Ofrece facilidades a los usuarios para que apuesten desde cualquier parte del mundo durante las 24 horas del día, fines de semana y festivos incluidos. Dicha web obtuvo en 2022 un superávit de 4 millones, con solo 25 empleados. Su sede social no se encuentra en Barcelona, sino en Ceuta, por los atractivos fiscales que ofrece la ciudad autónoma.
El Casino de Barcelona está ubicado en los sótanos del hotel Arts. Este es propietario del local, por cuyo alquiler Casino le sufraga 5,4 millones anuales.
Negocio asegurado
El grupo familiar Suqué Mateu posee prácticamente el monopolio del juego en Catalunya, pues acapara tres de los cuatro establecimientos existentes en la comunidad. Suyos son los de Barcelona, Peralada y Tarragona. El cuarto, el Gran Casino Costa Brava, situado en Lloret, pertenece al consorcio Cirsa, controlado por un fondo inversor.
Rentabilidad
El de la Ciudad Condal gana más pasta que los tres restantes juntos. Las ruletas, tragaperras y mesas de póquer amasan tales cantidades que sus beneficios rondan los que obtiene el hotel Arts entero, formado por 44 plantas.
El salón de juego abre todos los días del año, con un horario seguido desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la madrugada. La plantilla, integrada por crupieres, vigilantes y camareros, abarca 420 personas.
Casinos en América y bodegas
La empresa es filial del consorcio Inverama, propiedad de los hermanos Javier, Miguel e Isabel Suqué Mateu. Dicha corporación es una de las más opulentas de Catalunya, con unos recursos propios (capital más reservas) de casi 500 millones. Además de su control casi absoluto del juego en la región, Inverama posee casinos en Argentina, Uruguay y Chile, amén de una larga lista de bodegas, entre ellas Castillo de Peralada, Chivite y Viña Salceda.
El rendimiento del Casino de Barcelona es de tal calibre que desde su inauguración en 1998 en el Arts ha generado la friolera de 300 millones en beneficios netos después de impuestos.
Castañazo fiscal
Sobre la empresa pesa una sanción de 18,4 millones que le impuso el Ayuntamiento de Barcelona siendo alcaldesa Ada Colau, por la tasa de actividades económicas de los ejercicios 2015 a 2018. La entidad presentó recurso y está a la espera de la resolución. De momento ha aprovisionado la suma entera, así como los intereses correspondientes.