El área metropolitana de Barcelona es un motor económico de primer orden, pero tiene un déficit importante: los puestos de trabajo ligados al área de conocimiento, los de alto valor añadido que hacen que una economía pueda competir de cara a los próximos 25 años. Los expertos alertan sobre esa situación. Y las administraciones han buscado soluciones. Una de ellas es la que pone sobre la mesa el municipio de Esplugues, junto a L’Hospitalet, con cuatro proyectos de hubs de innovación, que supondrán una “profunda transformación urbanística”, en palabras de Ramon Gras, impulsor, desde la firma Aretian Urban Analytics and Design, de un amplio estudio encargado por el Ayuntamiento de Esplugues. El objetivo es paliar el déficit de 80.000 puestos de trabajo ligados a la innovación que tiene el área de Barcelona. “De los 800.000 trabajadores en el área de Barcelona, sólo entre 120.000 y 125.000 están ligados a la innovación, es un 15%, un porcentaje bajo, porque lo deseable sería llegar a los 200.000, que aseguraría una masa crítica interesante”, señaló Ramon Gras este miércoles en la presentación del estudio en el espacio Corberó de Esplugues.
Con todas las autoridades locales, concejales y expertos --entre los asistentes el exconsejero de Economía, Andreu Mas-Colell--, y con el impulso de la alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz, Ramon Gras, experto de la Universidad de Harvard, insistió en esa transformación urbanística para garantizar un ecosistema más eficaz. Su idea es que los centros tecnológicos, las universidades, las empresas privadas y la investigación deben concentrarse en área geográficas. Esas sinergias son las que provocan un avance sustantivo, con una mayor calidad en todo lo que se produzca. Uno de los ejemplos que constató es que sólo un 15% de startups de la zona, en esa parte del área metropolitana, tienen un carácter innovador y rupturista. Es decir, lo que se juega el área metropolitana es dar un salto de calidad para garantizar puestos de trabajo de algo valor añadido, con salarios altos, que ofrezcan “prosperidad” a toda la zona, y al conjunto de la economía catalana.
Cuatro grandes hubs de innovación
¿Cómo? Pilar Díaz señaló que Esplugues está llamada a ser “la nueva centralidad metropolitana”, como puerta de Barcelona, y junto a L’Hospitalet, que ha hecho un esfuerzo considerable en los últimos años por buscar esa nueva dimensión en el conocimiento y la investigación. Ramon Gras, que trabaja en Boston, en Estados Unidos, cree que Esplugues puede ser un referente, en campos como la biomedicina, con la referencia del Hospital Sant Joan de Déu, y con el traslado del Hospital Clínic.
Ese gran distrito innovador que se dibuja contaría con cuatro ecosistemas distintos. El primero es ese, sobre investigación médica y biotecnología, con un desarrollo urbanístico que movilizará 357.950 metros cuadrados. Otro hará referencia a la alimentación y a los deportes, con empresas de referencia como Nestlé, con un desarrollo urbanístico de 185.400 metros cuadrados. El tercero será sobre desarrollo sostenible y urbantech, con 141.150 metros cuadrados. Y el cuatro versará sobre la Inteligencia Artificial para el desarrollo empresarial, con 77.050 metros cuadrados. Todo ello, según Pilar Díaz, “podría cuatriplicar el PIB de la ciudad”. El proyecto se acompaña con el de Porta Diagonal, desarrollado a partir del complejo de Finestrelles.
Concentrar empresas y universidades
La cuestión, como indicó Ramon Gras, es que haya una densidad de equipamientos. A su juicio, “hay una atomización de centros”, con dos polos distanciados, la parte alta de la Diagonal –con universidades públicas y privadas, centros tecnológicos, hospitales y clínicas privadas—y el distrito 22@, en el Poblenou de Barcelona. También se podría generar un gran polo del conocimiento en Badalona, con el Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti), y en el Besòs, en Bon Pastor.
En esa parte alta de la ciudad, sin embargo, existe un problema que es el que se quiere solucionar: “Hay un corredor del conocimiento potentísimo que no acaba de cuajar”, según Gras. Y eso es lo que se quiere superar con los distintos hubs tecnológicos en Esplugues y en L’Hospitalet.
El gran centro de todo es el sector biomédico. Hay empresas de referencia ya en la zona, con Synlab, Galenicum o Made of Genes. Y universidades como la UPC, IESE, Esade, y cuando se traslade el nuevo Hospital Clínic. L’Hospitalet impulsa también un BioClúster alrededor del Hospital de Bellvitge. Es la revolución tecnológica y urbanística que está en marcha en el área metropolitana.