La nueva Lonja de pescadores ya es una realidad. Este viernes, 31 de mayo, el Port de Barcelona ha inaugurado las instalaciones de la actividad pesquera, que abrirán a la ciudadanía a partir de octubre, una vez haya terminado la Copa América de vela.
La infraestructura ha invertido en el nuevo inmueble casi nueve millones de euros y las obras han ido a cargo de FCC Construcción en un año y medio. El edificio cuenta con más de 3.200 metros cuadrados y una rampa exterior de 140 metros para acceder a una zona desde donde ver las subastas y un futuro restaurante.
Abierta a la ciudadanía y con un restaurante
La nueva Lonja albergará un restaurante de cocina mediterránea, cuya adjudicación está prevista para después del verano. El presidente del Port, Lluís Salvadó, ha deseado que el local esté "muy vinculado a la pesca" y que no sea "un restaurante más de los centenares que hay" en Barcelona.
La inauguración de las nuevas instalaciones coincide con la demolición de las antiguas, que empezó el 24 de mayo y durará unos cuatro meses. Es el "paso previo" para reurbanizar el acceso al muelle de Pescadors después de la Copa América, a través de un paseo que conectará la Torre del Rellotge --ahora espacio restringido-- con el paseo de Joan de Borbó.
Reivindicación del sector pesquero
El director de Política Marítima de la Generalitat, Sergi Tudela, presente en la inauguración, ha asegurado que la nueva Lonja supone "la dignificación y visibilización del sector hacia el resto de la sociedad" y que contribuye a romper la brecha que ve entre el mundo urbano y el marítimo.
También ha lamentado que los pescadores, a menudo, sufren "reglamentos europeos absolutamente estrictos y alejados de la realidad", y ha expresado su disposición a "acompañarlos en todo lo que necesiten".
Por su parte, el patrón mayor de la Confraria de Pescadors de Barcelona, José Manuel Juárez, ha abogado por que los pescadores no estén "tan separados del sector urbano" y ha reivindicado a esta actividad como el único sector primario que queda en la ciudad.