Con la subida de la tasa turística hasta el máximo permitido, Barcelona se sitúa entre las ciudades europeas que más cobra a sus visitantes. La capital catalana se suma a la tendencia del resto de capitales de subir el importe y exprimir más el bolsillo del turista para mitigar las externalidades que éste provoca. A partir del año que viene, el recargo municipal barcelonés oscilará entre los cinco y los siete euros por persona y noche, una cifra similar a la de otras grandes capitales de Europa.

La ciudad con la tasa más cara es la capital de Países Bajos. En Ámsterdam se acordó aplicar una tasa común a todos los hoteles de tres euros por noche, a la que se añadía el 7% de la tarifa total de la habitación. Pero Ámsterdam también se ha cansado de tanto turismo, por lo que ha decidido subir el importe hasta el 12,5% del coste del alojamiento. Esto significa que un turista que se hospede en un hotel de cuatro estrellas con un coste de 120 euros tendrá que pagar una tasa de 18 euros por noche. En caso de que el alojamiento sea más modesto, de unos 56 euros la habitación, la cifra descendería hasta los 10 euros por noche.

Lo mismo sucede en Roma. En hoteles de tres estrellas, la tasa asciende a los cuatro euros; en los de cuatro estrellas a seis euros; mientras que en los hoteles de lujo puede cobrarse hasta 10 euros en temporada alta. Una de las ciudades italianas pionera en castigar al turista es Venecia, que ya cobra cinco euros sólo por visitar la ciudad y no quedarse a dormir.

Varias personas pasean por Las Ramblas en Barcelona David Zorrakino - Europa Press

En Alemania, ciudades como Berlín siguen el mismo patrón que Ámsterdam y fijan la tasa según la factura del alojamiento, en este caso un 5%. En Hamburgo, el importe es de 0,50 euros para establecimientos de hasta 50 euros la noche y de cuatro euros en establecimientos de más de 200 euros.

En Lisboa, la tasa ha subido de dos a cuatro euros por persona y noche, y en Francia, con ciudades muy turísticas como París, la tarifa va desde los 20 céntimos hasta los cinco euros.

En el caso de Barcelona, las cifras son más similares a las de Ámsterdam o Roma. Teniendo en cuenta el impuesto de la Generalitat, además de los cuatro euros que fija el Ayuntamiento, la tasa por persona y noche en caso de alojarse en un hotel de cinco estrellas será de 7,50 euros, mientras que en los de cuatro estrellas será de 5,70 euros. En el resto de establecimientos de la ciudad también se incrementará la tasa, hasta llegar a los 5,25 euros.

Evolución

Desde la entrada en vigor del recargo municipal en 2021, el precio de la tasa turística ha ido in crescendo año tras año. En el periodo de 2021 - 2022, el recargo se situaba en 0,75 euros. Por aquel entonces, aquellos que se alojaban en hoteles de lujo pagaban --contando el impuesto de la Generalitat-- 4,25 euros. Una cifra que se reducía a 2,45 si lo hacías en un hotel de cuatro estrellas. En 2021, salía más caro hospedarse en un piso turístico que en un hotel de 4 estrellas; los turistas pagaban tres y 2,45 euros, respectivamente. Para el resto de establecimientos y cruceristas, los precios rondaban entre los 3,75 y los 1,75 euros. Un año después, la tasa subió un euro; de 0,75 a 1,75. En abril de 2024 aumentó el recargo municipal hasta los 3,25 euros, un incremento que se volverá a producir hasta llegar a los cuatro euros. 

Catalunya fue la primera comunidad autónoma en aplicar la tasa turística en 2012. Más tarde, en 2016, se sumaron las islas Baleares. Actualmente, son los únicos territorios que fijan un impuesto a los visitantes.