Publicada

La empresa Ginsa Electronic SA ha concluido su andadura, tras más de cuarenta años de actividad en los que sus lonas recubrieron millares de fachadas de los edificios. Un auto dictado por el Juzgado número 11 de Barcelona decreta el concurso de acreedores voluntario.

Se trata de un fallido terminal. Los estados contables arrojan un activo reducido a cero euros y unas deudas por importe de algo más de 2 millones. Dada la situación, el juzgado se ha abstenido de designar administrador concursal.

Los acreedores disponen de quince días para solicitarlo. Si no lo hacen, el juzgado archivará el expediente y decretará la extinción de Ginsa. El administrador de la compañía es Joaquín Cusí.

Facturación declinante

Ginsa se ha dejado por el camino en el último lustro el 83% de sus ventas. En 2023 registró pérdidas por importe de 1 millón. Estas situaron los recursos propios en un saldo negativo de 1,7 millones.

Anuncios novedosos

La firma se constituyó en 1980, aunque ya venía actuando desde finales de los años setenta. Importó un novedoso sistema de publicidad exterior habitual en el barrio Ginza, de Tokio, consistente en grandes lonas colocadas en edificios objeto de reformas.

Poco tiempo después introdujo otra iniciativa publicitaria, en este caso de Estados Unidos. Consistía ésta en vallas o postes publicitarios situados en las principales carreteras.

Juegos Olímpicos de Barcelona

Uno de sus mayores éxitos aconteció con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992. A la sazón pobló las fachadas de la ciudad con sus lonas, en estrecha colaboración con el ayuntamiento de Barcelona.

La firma ha prodigado sus anuncios en la Ciudad Condal, Bilbao, Madrid, Málaga, San Sebastián, Sevilla y Valencia.

Al margen de dichos servicios, Ginsa ofrecía asimismo rótulos luminosos, pantallas led, dispositivos de realidad aumentada y otros artículos similares.