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Turistas pasean por el paseo de Gracia de Barcelona
El turismo de lujo (aunque crece) tan solo alcanza seis de cada cien reservas en Barcelona
Según un estudio de eBooking.com de 2024, el precio medio por noche de los alojamientos turísticos de alta gama en la ciudad ascendió hasta los 620 euros, siendo el Hotel W el más demandado de España
Barcelona está cada vez más “asfixiada” por un turismo que parece no tener límites. En los últimos años, la cuestión sobre el tipo de turista al que debería aspirar la capital catalana ha cobrado mucho más protagonismo en los debates políticos, económicos y sociales de la ciudad.
Las intenciones del Ayuntamiento de Barcelona de evitar las consecuencias negativas de la masificación turística son claras, en consonancia con el compromiso de Jaume Collboni de priorizar la calidad del visitante frente a la cantidad, tal como ha asegurado en reiteradas ocasiones.
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Turistas paseando por la Rambla de Barcelona
En Barcelona, el turismo de lujo que quiere potenciar el alcalde tan solo representa el 6% de las reservas de la ciudad, según un estudio de eBooking.com de 2024 al que ha tenido acceso Metrópoli. Una cifra que, pese a seguir siendo baja, ha variado positivamente en relación con el año anterior, cuando fue del 5,3%. En 2022 era aún menor, del 4,7%.
En España la cifra también es baja, por debajo incluso de la capital catalana, con un volumen de reservas en alojamientos de alta gama del 4,85%.
Impacto económico
Apostar por el turista con un alto poder adquisitivo es una “estrategia inteligente”, ya que estos tienen un impacto económico muy positivo sobre las ciudades. Así lo destaca Toni Raurich, director de eBooking.com, a este medio. El mismo explica que “los visitantes suelen tienen un mayor gasto en comercios, restaurantes y el sector del ocio, lo que ayuda a generar empleo y atraer nuevas inversiones”.
Como consecuencia, el turismo de lujo contribuye a mejorar la imagen del destino, ya que “se asocia con un lugar sofisticado y de calidad”, tal como apunta el experto.
De hecho, Collboni cree que, respecto a esta anotación, Barcelona va en buen camino, pues ha sido reconocida por tener el mejor restaurante del mundo (Disfrutar), la mejor coctelería en 2023 (Sips) y el mejor mercado (La Boqueria), noticias que en palabras del mismo “proyectan a la ciudad internacionalmente”.
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El Hotel W de Barcelona, en la playa de la Barceloneta
Hoteles con mayor demanda
Esto tiene un efecto directo sobre el precio medio de las habitaciones de los alojamientos turísticos de alta gama, que en 2024 ascendió a los 620 euros (y hasta los 500 en España). El hotel con más demanda en eBooking.com del país fue el Hotel W, ubicado en la playa de la Barceloneta.
Le siguen el Majestic Hotel & Spa Barcelona, Sofitel Barcelona Skipper, Olivia Plaza Hotel, Hotel Arts Barcelona y por último el Grand Hyatt Barcelona.
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Oasis Wellness & Spa del Gran Hyatt Barcelona
Todos ellos tienen en común el nivel de personalización y exclusividad que ofrecen al viajero. “El turismo de lujo presta especial atención a todos los detalles, desde la comida hasta las experiencias a las que pueden acceder. Los viajeros suelen tener un mayor presupuesto, así que su gasto medio es más alto, por ello exigen un servicio exquisito”, señala Raurich a este diario.
Procedencia del turista
Algunos de los servicios más demandados por este tipo de clientes son la ubicación del hotel, que debe ser céntrica, que esté en una gran ciudad y que las instalaciones dispongan de spa, según eBooking.com. El turista con un menor poder adquisitivo, en cambio, prioriza una buena relación calidad-precio.
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Turistas hacen cola en la Louis Vuitton de Barcelona
Por país de origen, los españoles (16,7%) y los franceses (15,9%) fueron los usuarios que más reservas realizaron en 2024 en los hoteles de lujo de Barcelona. Por debajo del 10% se encuentran los ciudadanos de Italia (9,8%), Gran Bretaña (6,5%) y Suiza (5,5%).
Potenciar la marca de ciudad
A la pregunta de si deben las ciudades apostar por un turismo de calidad, la respuesta es afirmativa, aunque Raurich pone el foco en hacerlo “con cabeza”. “Lo importante es encontrar el equilibrio para que la ciudad no se vuelva inaccesible ni para sus residentes ni para el resto de turistas”, expresa a este digital.
Según apunta el mismo, al ofrecer propuestas de calidad, las ciudades se abren a un público más amplio y exigente. Esto se traduce en más oportunidades de negocio, en la mejora de la oferta cultural, gastronómica y de ocio, y también en la generación de empleo especializado.
“Apostar por el turismo de lujo puede significar potenciar la marca de la ciudad y modernizar sus servicios, algo que al final beneficia a todos los viajeros, no solo a los de alto poder adquisitivo”, sentencia el experto.