Barcelona está consolidada como una ciudad de gran potencial para atraer talento internacional. Empresas y profesionales eligen la capital catalana para emprender sus nuevos proyectos, pero también para trasladar compañías asentadas que, sin embargo, se enfrentan a importantes trabas burocráticas y dificultades para acceder a la información que les permita asentarse adecuadamente.
Esa es una de las máximas plasmadas por varios expertos del sector público y privado en el marco de la tercera edición del foro Barcelona Desperta, celebrado en la Casa Seat en la capital catalana. Las grandes corporaciones "esperan que se les ponga la alfombra roja" cuando barajan dónde asentarse, explica la directora general adjunta de la patronal AEBALL, Neus Olea.
Sin embargo, las dificultades antes mencionadas, aseguran, matan algunos de esos potenciales proyectos que pueden aportar riqueza a la capital catalana, con la pertinente generación de puestos de trabajo de alto valor añadido.
Pero desde el Ayuntamiento de Barcelona se han puesto manos a la obra a través de la creación de la Barcelona Investment Office (BIO), un instrumento nacido de la colaboración público-privada para atraer inversión extranjera, facilitar la instalación de empresas y consolidar la capital catalana como polo económico internacional.
Una "ventanilla única"
La BIO, como la presenta el Gerente de Promoción económica del Ayuntamiento de Barcelona, Miquel Rodríguez, es una ventanilla única para los inversores. El objetivo es centralizar los procesos de promoción, captación, aterrizaje y seguimiento de proyectos empresariales. De esta manera, las compañías interesadas en instalarse en la ciudad encuentran un único interlocutor capaz de coordinar trámites, ofrecer asesoramiento y eliminar barreras administrativas.
Un consorcio público-privado amplio
El proyecto no solo depende del consistorio, sino que cuenta con la implicación de actores estratégicos como la Cambra de Comerç de Barcelona, Barcelona Global, la Generalitat de Catalunya, Fira de Barcelona, el Consorci de la Zona Franca, el Port de Barcelona, la Diputació y el Área Metropolitana. Esta red institucional busca reforzar el atractivo de la ciudad en un mercado internacional cada vez más competitivo.
Solo en 2024, Barcelona consiguió captar más de 649 millones de euros en inversión extranjera, un 43 % más que el año anterior. En total, se trabajó con 156 proyectos, de los cuales 32 lograron materializarse, generando 1.257 empleos directos en sectores clave como las tecnologías de la comunicación, la industria y la logística.
Neus Olea, Directora General Adjunta de AEBALL, en las jornadas del BCN Desperta
Además, en el primer tramo de 2025 ya se han sumado 56 nuevos proyectos empresariales, con más de 2.200 empleos creados. Una cifra que confirma que el modelo empieza a dar frutos y que la capital catalana sigue siendo un destino atractivo para el capital foráneo.
Apuesta por sectores estratégicos
En la misma línea, el 69% de las iniciativas provienen de fuera de la Unión Europea, lo que evidencia la proyección internacional de Barcelona más allá del marco europeo. Los sectores con mayor dinamismo son los relacionados con la innovación tecnológica, la movilidad sostenible y la industria avanzada, donde se concentran las oportunidades de crecimiento.
Pese a los avances, las autoridades reconocen que aún queda camino por recorrer. La simplificación de trámites y la reducción de la burocracia siguen siendo asignaturas pendientes. En este sentido, la BIO se articula también con el proyecto “Barcelona Fàcil”, destinado a modernizar y agilizar la administración para responder a las exigencias de un mercado global.
