Barcelona inicia estos días la remodelación y la pacificación del entorno de la Estació del Nord, en el Eixample, que durante la huelga del pasado 3 de noviembre quedó bloqueada durante horas. En concreto, las obras afectarán a los alrededores de las calles de Ribes, Alí Bei y Sicília. La reforma busca dotar a la zona de nuevos usos y que sea un espacio más enfocado a la vida vecinal.
También se quiere mejorar la accesibilidad y la movilidad --priorizando la de los peatones y usuarios de los equipamientos-- y conseguir que el espacio tenga un sentido unitario que ahora no existe. La obra concluirá a principios del próximo verano y tiene un presupuesto de 2,8 millones.
Los trabajos, impulsados por el Ayuntamiento de Barcelona, afectarán a la calle de Sicília, entre Ausiàs March y Alí Bei, con unos 6.300 metros cuadrados. La zona presenta una densidad muy baja de tráfico, y el proyecto prevé aumentar la superfície destinada a los peatones y reducir la que se destina a los coches. Así, este tramo se convertirá en una calle de plataforma única sin circulación.
En la confluencia de Ribes con Sicília y Alí Bei existe un espacio triangular que se convertirá una plaza. Algunos de los elementos actuales del espacio, como las salidas para peatones de un aparcamiento, un juego de petanca y un punto verde se conservarán.
Precisamente, en este punto verde se añadirá una aula ambiental al aire libre y una pérgola, que en un futuro acogerá alguna actividad. También se construirá una nueva zona de juegos infantiles, se colocarán mesas de ping pong y se renovará la iluminación y el pavimento.
Las obras afectan al barrio de Fort Pienc, donde el consistorio que encabeza Ada Colau está construyendo un bloque de pisos sociales para gente mayor y situaciones de emergencia habittacional que se retrasarán más de siete años por quiebra de la empresa.