El acuerdo entre el Ayuntamiento y el Patronato de la Sagrada Família no ha servido para tranquilizar los ánimos de los vecinos que pueden verse afectados en el futuro por la construcción de la gran escalinata de acceso a la entrada principal del tempo. Esta estará instalada en el lado de la Sagrada Família que da a la calle Mallorca y consistirá en la llamada fachada de la Gloria y en una gran escalinata de acceso.

Precisamente en la gran escalinata está el problema. Si se respeta la idea de Antoni Gaudí, la construcción de la escalinata obligará a derribar buena parte de las manzanas de pisos que se encuentra entre las calles Mallorca, Aragó, Sardenya y Marina.

Un portavoz de la Associació de Veïns i Veïnes de la Sagrada Família, Joan Itxaso, ha mostrado el malestar de los vecinos con el acuerdo y con el hecho de que a los afectados les han dejado al margen. “Todo se lo han cocinado entre el Ayuntamiento y la Junta del Tempo a espaldas de los vecinos”, ha dicho. Además, ha criticado la aportación económica que el patronato del templo hará a las arcas públicas. “La Sagrada Família ingresará en los próximos diez años 1.000 millones de euros, por lo que su aportación a las arcas públicas es apenas el 3,6 %”.

FUTURO EN EL AIRE

La principal preocupación de los vecinos no ha quedado resuelta. Tanto Ayuntamiento como Patronato han reconocido que el acuerdo para concluir las obras del templo llegará en el futuro, por lo que no se sabe todavía qué pasará con la fachada de la Gloria ni con la enorme escalinata que dará acceso al templo.

Por eso consideran que la los responsables del templo “siguen disfrutando de privilegios” y defienden que el modelo urbanístico de la ciudad debería decidirse “según las necesidades de la ciudad y de sus vecinos, no de lo que dice una entidad privada”.

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