La transformación de la reforma de la ronda de Sant Antoni en una calle pacificada ha quedado finiquitada. Los recortes que el gobierno de Ada Colau está aplicando por la caída de los ingresos se han llevado por delante los trabajos de remodelación, que se tenían que ejecutar antes de las elecciones del próximo mes de mayo, valorados en algo más de cinco millones de euros. El Ayuntamiento dice ahora que las obras se inciarán en 2020, pero con los comicios en mayo nadie puede garantizar que el proyecto vaya a ser una prioridad para el nuevo gobierno.

Como avanzó Metrópoli Abierta, el pasado octubre el Ayuntamiento de Barcelona inició la retirada de las carpas provisionales del mercado, que los comerciantes han ocupado en la ronda mientras se llevaba a cabo la reforma del histórico edificio. El desmontaje de las carpas tenía que ir acompañado del inicio de la transformación definitiva de la vía. Los trabajos se tenían que hacer en dos fases, la primera, antes de los comicios de mayo, era entre las calles de Comte d'Urgell y Floridablanca. Sin embargo el proyecto no saldrá de los despachos.

LICITACIÓN ANULADA

El Ayuntamiento tenía abierto en junio un concurso público para la adjudicación de las obras por un valor de 5.098.006 euros, IVA Incluido. La oferta pública la había colgado la empresa Barcelona de Infraestructuras Municipales (BIMSA). Sin embargo, el 5 de julio, cuatro días antes de que acabara el período de presentación de ofertas, BIMSA anunció que anulaba la licitación

La ronda de Sant Antoni, convertida en un desierto de cemento / HUGO FERNÁNDEZ



La retirada del proyecto coincide en el tiempo con la denuncia lanzada por el PSC en julio de que el gobierno de Colau se vería obligado a aplicar recortes por valor de 107,5 millones entre 2018 y 2019. BIMSA anunció que anulaba la licitación “por la conveniencia de disponer de la totalidad del proyecto ejecutivo de remodelación antes de licitar el primer tramo”. Fuentes del PSC confirman que la ronda de Sant Antoni forma parte del plan de recortes que está aplicando Colau.

HASTA 2020

Oficialmente, el Ayuntamiento de Barcelona tardó cuatro meses -el 10 de noviembre- en comunicar a la opinión pública que el proyecto de la ronda de Sant Antoni se posponía hasta 2020, una fecha que no deja de ser simbólica, porque con las elecciones de por medio, nadie puede garantizar ahora que el nuevo gobierno vaya a tener entre sus prioridades esta obra.

En una nota de prensa, el gobierno de Colau dijo que la reforma se retrasaba porque la transformación de la ronda tendría que tener en cuenta los cambios experimentados en el barrio, como el estreno del nuevo mercado y la implantación de la superilla, y decidía abrir un debate y un período de reflexión con vecinos y entidadades sobre cómo tiene que ser la calle en un futuro. En el citado comunicado no se mencionaba que se hubiera dejado sin efecto la licitación.

PASEO SUCIO Y DEJADO

La paralización del proyecto dejará la ronda en un estado de provisionalidad al menos dos años. Ni siquiera se ha sacado la losa que el Instituto de Mercados colocó hace una década para construir las carpas provisionales del mercado de Sant Antoni. "No se han gastado ni un euro más que el previsto para desmontar las carpas", dicen fuentes del distrito del Eixample. La ronda es ahora un desierto de cemento. Un mes después de la inauguración, la zona está muy dejada y "con bordillos muy altos [los de la citada losa] que son un peligro para las personas invidentes", afirman comerciantes de la zona que prefieren no dar su nombre.

La ronda de Sant incluye un bordillo que resulta peligroso para las personas invidentes / H. FERNÁNDEZ



Algunos vendedores aseguran que el consistorio apenas limpia la zona, el espacio central se ha convertido en un nuevo punto de skaters y de ciclistas, y por las noches es un lugar oscuro y peligroso. "Es un espacio para cruzar andando, pero no se ha iluminado más. Hay las mismas luces de siempre". Y advierten del riesgo de que pueda haber un accidente a la altura de la rampa situada junto a la calle de la Riera Alta, donde es habitual ver a niños jugando a pesar del tráfico.

UN BRINDÍS AL SOL

El presidente de la asociación Sant Antoni Comerç, Vicenç Gasca, confirma que el Ayuntamiento se echó atrás hace unos meses de su intención de llevar a cabo la reforma la primera mitad de 2019. "Nos dijeron que querían abrir un período de reflexión para debatir la futura remodelación de la ronda por el éxito de los cambios implantados, como la superilla o el nuevo mercado, y que la intención era empezar las obras en 2020". Antes se tienen que celebrar unas elecciones municipales. Colau no sabe ahora si gobernará. Muchos planes para el 2020 son un brindís al sol.

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