El Ayuntamiento de Barcelona asegura ahora que no está previsto derribar la capilla de la escuela de la Immaculada Concepció, en el Eixample, para construir un gimnasio escolar. Así lo ha asegurado este martes en la comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes la comisionada de Educación, Maria Truñó, cuando ha sido requerida por la regidora de Barcelona pel Canvi, Eva Parera.
La Immaculada Concepció es el primer colegio de Barcelona que pasará de concertado a público. El anuncio lo hicieron a principios de febrero el conseller de Educación, Josep Bargalló, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. El día de la presentación y con posterioridad, varios medios de comunicación, entre ellos Metrópoli Abierta, se hicieron eco de las intenciones del Consorcio de Educación de Barcelona, que gestionan Generalitat (60%) y Ayuntamiento (40%), de tirar la capilla.
PROCESO PARTICIPATIVO
En su exposición, Parera se ha mostrado sorprendida por la decisión de derribar la capilla. La regidora ha recordado que el equipamiento religioso, situado en la calle de València 252, forma parte del conjunto patrimonial del Eixample, una información que avanzó este medio tras una consulta al departamento de Patrimonio del propio Ayuntamiento. Parera ha propuesto preservar el edificio y abrir un proceso participativo para ver qué uso de equipamiento se le dará.
La comisionada de Educación ha dicho que la titularidad patrimonial del colegio y todas sus instalaciones continuarán en manos de la comunidad religiosa. El Consorcio de Educación gestionará el centro en régimen de alquiler, ha aclarado. Según Truñó, los usos a los que se destinará la capilla no se han decidido aún, lo que significa que se ha descartado ubicar en ella un gimnasio, y ha vuelto a insistir que el inmueble no se derribará. Parera cree que sería mejor ubicar en la capilla una biblioteca porque comportaría menos obras y se podría conservar la parte patrimonial.
CAMPAÑA PARA SALVAR LA CAPILLA
Como explicó Metrópoli Abierta, una antigua alumna de la escuela, Natàlia Rabella, inició una recogida de firmas, a través de Change.org, para evitar el derribo de la capilla. En el momento de cerrar este artículo, las rúbricas recogidas eran unas 6.200. Fuentes del propio colegio confirmaron a este medio que la intención del Consorcio era derribar el equipamiento religioso para construir el gimnasio de la escuela.