Durante estas semanas pocas cosas perturban a los vecinos de Barcelona más que la propagación del coronavirus. Los barceloneses se encuentran confinados en sus casas a la espera de que la curva de contagios comience a decaer, y las autoridades dicten la normalidad de nuevo, pero un suceso extraño ha hecho que los habitantes del Eixample se planteen otro tipo de escenario.
El pasado jueves, varios vecinos de la zona fueron testigos de una imagen desoladora: decenas de palomas muertas yacían en las inmediaciones del mercado del Ninot, en el barrio de l'Esquerra de l'Eixample. Tan solo los que se aventuraron a ir al supermercado o a la farmacia pudieron ver como las aves permanecían inertes en el suelo.
INVESTIGACIÓN ABIERTA
Los animales, que se encontraban entre las calles Casanova y Provença, del distrito del Eixample, no presentaban signos de violencia. Al ser requeridos por varias personas del vecindario, agentes de la Guardia Urbana se personaron en el lugar de los hechos para comprobar la veracidad de la situación. La policía barcelonesa mandó retirar los cadáveres de las palomas e inició una inspección a fondo de la zona. El cuerpo policial también ha abierto una investigación para aclarar los hechos.
Por el momento se desconoce la causa de la muerte de los animales, pero en las redes sociales hubo todo tipo de teorías conspiratorias sobre lo ocurrido. Muchos usuarios achacaron los fallecimientos al Covid-19, pero los expertos ya han confirmado en distintas ocasiones que los animales no pueden contagiarse por el virus, por lo que se deberá descartar esta teoría. Otros argumentaron que los animales podrían haber sido envenenados por algunos vecinos que les dan comida a diario.