Las obras de la basílica de la Sagrada Família no se reanudarán hasta que haya un número suficiente y estable de visitantes porque, al tratarse de un templo expiatorio, su construcción se financia con las entradas de los turistas, consideradas donaciones.

Según ha explicado a la Agencia Efe una portavoz de la Junta Constructora del Templo de la Sagrada Familia, de momento las obras están paradas sine die y se reemprenderán cuando haya un número de visitas "estable y suficiente" para seguir financiándolas.

ERTE A 45 EMPLEADOS

Esta situación ha dejado sin trabajo, afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), a los 45 trabajadores fijos del templo que dependen de la Junta Constructora, y subsidiariamente a todos los de las empresas subcontratadas que trabajan en la construcción de la basílica, que también se financia con las ventas de la tienda y con donativos.

El templo de la Sagrada Familia es uno de los monumentos más visitados de España, con 4,5 millones de visitantes al año, un número que caerá notablemente este año por la pandemia.

INCÓGNITAS SIN DESPEJAR

Las mismas fuentes han señalado que de momento es "una incógnita" cuándo podrán retomarse las visitas al templo y que ello dependerá de las fases de la desescalada y de la posibilidad de que lleguen turistas de fuera de Barcelona.

Este parón también afectará a la finalización de las obras de la basílica, que se preveía acabar en el año 2026 y que están muy avanzadas, con las torres más altas ya en construcción.

VUELVEN LAS MISAS

La Junta Constructora del Templo de la Sagrada Familia está presidida por el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, aunque cuenta con un presidente delegado y un patronato, que son los que deciden sobre la marcha de las obras.

La Sagrada Familia sí ha retomado esta semana la celebración diaria de la misa que se oficia en la capilla de su cripta, con la asistencia de fieles a un 30% de su capacidad.

Noticias relacionadas