Una agrupación de personas ha hecho público un manifiesto este viernes reclamando la paralización inmediata de "todas las obras de la superilla" del Eixample. Reivindican una modificación del plan urbanístico actual y que se lleve a cabo una consulta ciudadana vinculante para seguir adelante con el proyecto impulsado por el gobierno municipal de Ada Colau.
Según la entidad autora del manifiesto, Converses a Catalunya, el actual gobierno busca "destruir" el Pla Cerdà que, consideran "situó a Barcelona en el mundo del progreso urbanístico".
Los firmantes del manifiesto consideran que el actual proyecto de la superilla dividirá las calles del distrito en calles "de primera y de segunda" terminando con la esencia del plan diseñado por Ildefons Cerdà, que se basaba en la "igualdad entre sus calles". Detallan que un tercio de las calles, las que se pacificarán terminarán sufriendo de gentrificación y acabarán llenas de pisos turísticos. el resto, por donde se acumulará el tráfico, cargará con el peso de la contaminación y del colapso del tráfico.
El Eixample de Barcelona es “todo lo contrario de lo que pretende la supermanzana de Colau”, aseveran.
"Lo más grave de todo es que todo este cambio radical de la ciudad se hace sin la tramitación urbanística, garante de los derechos de los ciudadanos, ni la consulta ciudadana que, incluso sólo para el tranvía, sí que se produjo durante el gobierno del alcalde Hereu, cuando la iniciativa fue rechazada", sentencian.
PREJUICIOS
Los firmantes también han considerado que el actual plan de la superilla se basa en el prejuicio de que para eliminar la contaminación hay que eliminar el transporte, pero señalan que esto no solo afectará a los vehículos privados comunes, sino también a los eléctricos y al transporte público y critican que no haya una alternativa. La medida "persigue forzar el decrecimiento económico", concluyen.