La guardería privada Sant Agustí, situada en el distrito del Eixample, cierra en pleno curso por desahucio. La dirección del centro ha comunicado este martes a los padres de los 50 niños matriculados que el próximo 18 de abril cesará su actividad.
Los responsables sostienen que están siendo víctimas de una situación de "mobbing inmobiliario" y han explicado a las familias que han recibido una notificación por edictos de una demanda de desahucio de los propietarios del local arrendado, con los que tenían un contrato indefinido desde hace 65 años. Pero la portavoz de los padres afectados, Carol Rodríguez, señala que el centro había dejado de pagar el alquiler a raíz de unas molestias provocadas por unas obras de rehabilitación realizadas en el inmueble en 2015.
Rodríguez sostiene que habían recibido avisos de algunos vecinos del edificio para que no matricularan a los hijos este curso, porque sospechaban que el desahucio se podría ejecutar antes del mes de septiembre. Asimismo, la portavoz de las familias afectadas también ha afirmado que algunos padres se han dirigido al Consorcio de Educación de Barcelona (CEB), que ha estado estudiando junto con la Inspección de Educación las vacantes que existen en las guarderías privadas cercanas para informar al centro y a las familias.
El CEB facilitó a la guardería Sant Agustí un listado de vacantes a las familias en una reunión que se celebró la tarde de este martes: "Era como un bingo", ha asegurado Rodríguez, quien a su vez ha insistido en que ninguna familia sabe en que centro acabarán sus hijos.