Barcelona ha vivido este domingo una jornada de máxima tensión. Las actuaciones policiales en diferentes colegios de la ciudad para impedir el referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional han provocado imágenes de violencia y heridos de diversa consideración. En un segundo plano, de momento, han quedado las cifras. Según la Generalitat, votaron 2.262.424 personas (de 5,3 millones) con el siguiente reparto: 2.020144 votos afirmativos (90,09%), 176.566 negativos (7,87%), 45.586 en blanco (2,03%) y 20.129 nulos (0,89%).
Los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Urbana han requisado varias urnas, pero no han podido impedir que miles de personas depositaran su papeleta. El anuncio del Govern catalán, minutos antes del inicio de la jornada, de que se podía votar en cualquier colegio gracias a un censo universal, ha dificultado la labor de los cuerpos de seguridad del Estado, que no daban a basto para cerrar todos los centros electorales ante la gran participación ciudadana en toda Barcelona.
Conforme se cerraban colegios electorales y se requisaban urnas, los participantes en el referéndum se desplazaban a otro centro, aumentando así la presencia ciudadana y dificultando las acciones de los agentes de seguridad. La tensión era tan grande que cualquier ruido inesperado provocaba el nerviosismo entre los vecinos.
Los cortes en el servicio de Internet han provocado que en algunos colegios no se pudiera votar en muchos momentos y en algún centro se ha anotado a mano el número del DNI de los participantes en el referéndum.
Los Mossos d'Esquadra se han limitado a velar por la seguridad de los centros de votación, sin la más mínima intención de intervenir para evitar la votación. Esto ha provocado que se abra una investigación contra la policía catalana en diferentes juzgados de Catalunya. Incluso se han llegado a vivir situaciones de tensión entre agentes de los cuerpos de seguridad del Estado y los Mossos.
NUMEROSOS HERIDOS
Quienes sí que han actuado con firmeza, en defensa de la Constitución y la legalidad española, son los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. En algunos colegios electorales, con violencia desmesurada, como se ha podido ver en las imágenes grabadas por miles de ciudadanos y que inundan las redes. En los alrededores de la Escuela Ramon Llull se han producido cargas cuando un grupo de personas se ha sentado en el suelo para evitar que los agentes abandonaran el lugar con las urnas. Los policías han disparado pelotas de goma y han utilizado las porras para abrirse paso. Una persona ha resultado herida en un ojo por el impacto de un proyectil y se le ha trasladado al Hospital Sant Pau, donde se le ha intervenido.
Al final del día, el recuento más importante no era el de votos, sino el de heridos. Según los últimos datos de la Generalitat, 216 de los 465 heridos son de la provincia de Barcelona. Más tarde se ha aumentado la cifra de heridos a 844, aunque no se ha desgranado por localizaciones el dato. Por parte de la policía también han resultado heridos 19 policías y 14 guardia civiles en toda Catalunya, según el último recuento del que ha informado el Ministerio del Interior.
ANÁLISIS POLÍTICO
La jornada deportiva de este domingo también ha estado marcada por el referéndum. El Barça sondeó la posibilidad de suspender su partido contra Las Palmas, pero las amenazas de la LFP y la Federación hicieron que el club reculara y jugara en el Camp Nou a puerta cerrada. Dos directivos, el vicepresidente Carles Vilarrubí y Jordi Monés, dimitieron antes de que se jugara el encuentro. Antes y después, el futbolista Gerard Piqué defendió el derecho de Catalunya a decidir su futuro y lamentó los incidentes vividos en una jornada muy tensa.
Las autoridades catalanas han condenado los hechos, mientras que desde el Gobierno español se ha defendido que los agentes han actuado de manera "proporcional y profesional". La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha tildado a Mariano Rajoy de “cobarde” y ha exigido su dimisión. "No se puede atacar a gente inocente como ha pasado hoy", ha recalcado Colau.
"Es un acto ilegal y difícilmente puede calificarse de referéndum. Creo que ha sido un acto de movilización, una demostración de fuerza para ganar la batalla mediática", ha dicho en declaraciones a La Sexta recogidas por el exministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, quien ha admitido que el relato de la Generalitat "se esté imponiendo sobre las razones de España" internacionalmente.