Banderas españolas y esteladas, unidas contra la violencia
Clima de convivencia en la masiva manifestación de este martes en Barcelona, que ha reunido sensibilidades muy distintas
3 octubre, 2017 17:33Noticias relacionadas
A nadie se le escapa que las cargas policiales del 1 de octubre han trascendido el debate sobre la independencia. Este martes en Barcelona hemos tenido una buena prueba de ello. En la masiva manifestación en el centro de la ciudad, algunos ciudadanos han acudido por la mañana a la concentración con banderas españolas, que han convivido sin incidentes con esteladas, senyeres y enseñas republicanas.
“Estas dos banderas me representan, no el gobierno ni la violencia”, rezaba una pancarta de dos primas que llevaban una bandera española y una senyera. En la Plaça Universitat, un grupo de jóvenes, de unos 20 años, se manifestaba conjuntamente; cada uno con una enseña distinta. “Estamos aquí para protestar contra la violencia policial, independientemente de que nos sintamos catalanes, españoles o chinos”, explicaba uno de ellos.
Incluso algunos manifestantes, como se puede apreciar en el vídeo, aplaudían al ver pasar a jóvenes con banderas españolas en un clima (teóricamente) desfavorable.
Cabecera de la manifestación estudiantil en la Gran Vía / A.M.
PROTESTA MASIVA
“Me he puesto la bandera republicana porque muchos catalanes no independentistas nos sentimos también agredidos por los hechos del domingo", explica Juan, que asegura que la actuación policial "va más allá del binomio del independentismo o no". Según este joven estudiante, ante una agresión como la del pasado domingo "los ciudadanos debemos protestar y estar unidos”.
Y lo han estado. Según datos del Ayuntamiento, unas 300.000 personas han asistido durante la mañana de este martes a los actos, concentraciones y manifestaciones en el centro de la ciudad convocados por estudiantes, sindicatos, asociaciones vecinales y diversos colectivos de la sociedad civil. Por la tarde, según datos de la Guardia Urbana, más de 700.000 personas han llenado el Passeig de Gràcia y sus calles adyacentes con un grito unánime: ¡No a la violencia!