Barcelona, la calle es de todos

Ocho manifestaciones/concentraciones multitudinarias se han celebrado en Barcelona desde el 11 de septiembre. En plena convulsión política por el encaje de Catalunya en España, manifestantes independentistas, a favor de la unidad de España y partidarios del diálogo entre los representantes políticos de ambos gobiernos han expresado sus ideales con un entusiasmo inesperado hace solo unos años. La calle, en Barcelona, es de todos.

11 de septiembre: Otra Diada multitudinaria. Entre 800.000 personas (versión de la Guàrdia Urbana) y 350.000 (cifra de la Delegación del Gobierno) se manifestaron el 11 de septiembre a favor del derecho a decidir de Catalunya y de la independencia. La marcha, pacífica, fue convocada por la ANC y constató la radicalización del nacionalismo catalán, simbolizado en la ausencia de senyeres. La participación fue inferior a la de años anteriores.

20 de septiembre: Protestas por las detenciones de la Guardia Civil. Miles de personas se congregaron en la Gran Via, esquina con Rambla Catalunya, para protestar por las detenciones y los registros de la Guardia Civil en varias sedes de la Generalitat, en el marco de un operativo desplegado para evitar que se celebrara el referéndum. Fue la concentración más espontánea. El “volem votar” fue el mensaje más coreado por los independentistas.

Agentes antidisturbios de la Policía Nacional forman un cordón de seguridad frente al colegio Ramón Llull/EFE/Alberto Estévez

1 de octubre: Referéndum a golpe de porra. El referéndum, suspendido por el Tribunal Constitucional, se celebró en un clima de alta tensión. La inacción de los Mossos d'Esquadra contrastó con la violencia empleada por la Policía Nacional y la Guardia Civil al cerrar varios colegios electorales. La jornada terminó con 844 civiles, 19 policías y 14 guardia civiles heridos. La contundencia policial fue muy criticada en Catalunya y en la mayoría de países occidentales. Votaron 2.262.424 personas de un censo de 5,3 millones.

3 de octubre: Paro general en Barcelona. Dos días después del referéndum, miles de personas (700.000, según la Guàrdia Urbana) llenaron el Passeig de Gràcia para expresar su rechazo a la violencia y las cargas policiales del 1 de octubre. Banderas independentistas y españolas convivieron en las calles de la capital catalana en una manifestación muy transversal convocada por ACN, Òmnium y los principales sindicatos.

7 de octubre: Marcha blanca por el diálogo. La llamada tercera vía también tuvo su protagonismo en las calles de Barcelona. Unas 5.500 personas se congregaron en la plaza Sant Jaume para exigir a Carles Puigdemont y Mariano Rajoy, presidentes de la Generalitat y del Gobierno español, que dialoguen para resolver el conflicto político. Los asistentes fueron convocados a través de las redes sociales y por sistemas de mensajería móvil

Cientos de miles de personas se han congregado en Barcelona para reivindicar la unidad de España / EFE/Alejandro García

8 de octubre: la mayor manifestación por la unidad de España. Una semana después del referéndum, Societat Civil Catalana movilizó entre 350.000 (según la Guàrdia Urbana) y 950.000 personas (cifra de los organizadores) bajo el lema “Recuperem el seny”. Fue la mayor expresión popular a favor de la unidad de España. “Puigdemont, a prisión” y “España unida jamás será vencida” fueron las proclamas más coreadas. La jornada transcurrió en un ambiente festivo. Hubo algunos momentos de tensión, sobre todo cuando un coche de los bomberos quedó atrapado en la Gran Via.

12 de octubre: La Hispanidad se celebra en Barcelona. Cuatro días después, unas 65.000 personas, según la Guàrdia Urbana, se manifestaron en Barcelona bajo una pancarta que proclamaba: “Catalunya sí, España también”. A su finalización se produjo una pelea entre dos grupos radicales que destrozaron la terraza de la cafetería Zúrich, situada en la Plaza Catalunya. También hubo una manifestación, mucho más minoritaria, de varias organizaciones ultras que exhibieron banderas preconstitucionales y de la Falange.

17 de octubre: Protesta por los primeros encarcelamientos. El independentismo regresó a la calle para pedir la libertad de Jordi Sànchez, presidente de la ANC, y de Jordi Cuixart, presidente de Òmnium. Los manifestantes (200.000, según TV3), que portaban velas como símbolo de paz, se congregaron en el Passeig de Gràcia y la Diagonal.