Madrugada del 22 de febrero del 2015 en Diagonal con la calle de Enric Granados. Un chico de 24 años mira sonriente a la cámara, cuenta con los dedos "uno, dos, tres", coge carrerilla y le da una brutal patada, por la espalda y a la altura del tobillo, a una mujer que espera de pie junto a un paso de peatones. Más de tres años después, este miércoles ha tenido lugar el juicio en la Ciutat de la Justícia.
Mario García, nombre del atacante, ha sido condenado a un año y medio de cárcel, pero no entrará en prisión si asiste a dos cursillos, uno para evitar los comportamientos violentos y otro sobre diversidad por razón de género. Una condena similar ha recibido el amigo de Mario, Álvaro Gragera, que grabó la escena en vídeo, que difundió a sus contactos de whatsapp y acabó subido a youtube. Gragera ha sido condenado a un año de cárcel, que también podrá convalidar por los citados cursillos.
Ambos tampoco pueden reincidir ni acercarse a la víctima a menos de un kilómetro ni comunicarse con ella, ni a través de las redes sociales ni por teléfono. Los dos agresores viven fuera de Barcelona, pero se tendrán que desplazar a Catalunya para realizar el cursillo y evitar así la cárcel.
ESTRÉS POSTRAUMÁTICO
La víctima sufrió un esguince de tobillo, hematomas en la rodilla y en la muñeca y dolores cervicales. Como consecuencia del ataque, tuvo que permanecer 75 días de baja. La chica sufrió estrés postraumático y un aumento de la desconfianza. La mujer, que responde a las iniciales G. N. S., recibirá una indemnización de 48.000 euros por los daños morales y las lesiones. El pasado verano los atacantes ya consignaron en el juzgado 60.000 euros.
El fiscal, la acusación particular y la acusación popular, ejercida por Dones Juristes y la Asociación Nacional de Afectados por Internet, han alcanzado un pacto de conformidad con las defensas de los jóvenes. Los dos agresores se han declarado culpables y han sido condenados por dos delitos, de lesiones y contra la integridad moral, con el agravante de alevosía y discriminación por sexo. La juez también ha ordenado la retirada del vídeo de Internet y de las redes sociales. Inicialmente, el fiscal de delitos de odio, Miguel Ángel Aguilar, pedía una pena de tres años de cárcel.
El vídeo de la agresión acumulaba este miércoles más de 600.000 visitas. La abogada de la acusación popular, Laia Serra, ha pedido a los medios de comunicación que no difundan las imágenes.