Diversas entidades han celebrado por primera vez en Barcelona el Día del Orgullo Loco, una iniciativa que pretende poner el acento en el estigma social contra el que tienen que luchar la diario as personas que padecen una enfermedad mental. La jornada, que ha tenido su epicentro en la plaza de Sant Jaume, ha tenido un amplio programa de actividades abiertas al público, como un cuanta-cuentos, juegos infantiles, conciertos y un taller de pancartas reivindicativas, que ha tenido como colofón una manifestación y la lectura de un manifiesto.
El Día del Orgullo Loco es una tradición muy consolidada en los países anglosajones, pero también en Sudáfrica, Francia, Brasil, Alemania, Italia, Australia o Chile. La primera cita de estas características para reivindicar la 'normalidad' de las enfermedades mentales a nivel mundial se organizó en la ciudad canadiense de Toronto en 1993 (hace por lo tanto 25 años) y se denominó Mad Pride Day. Desde Canadá se extendió a los Estados Unidos y al Reino Unido y después al resto de Europa y del Mundo.
Las entidades convocantes de la jornada se han reunido esta misma semana con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (Barcelona en Comú), quien recordó a los organizadores que la ciudad es pionera en actuar contra este tipo de dolencias y sus consecuencias y que uno de los logros del mandato ha sido el diseño del primer Plan de Salud Mental de Barcelona. Colau ha explicado a la plataforma del Día del Orgullo Loco que este plan recoge entre sus líneas estratégicas el respeto absoluto a las personas con problemas de salud mental y la necesidad de que desde las administraciones se luche contra el estigma social que padecen este tipo de enfermos.