Desde que Instagram, Snapchat y Facebook cobraron importancia, los festivales se han convertido en un escenario idóneo para posturear. En el caso del Primavera Sound, donde nunca falta quien se saca la mítica foto con las letras y con el outfit de turno, que en muchos casos está estudiadísimo. Es la oportunidad perfecta para pasárselo bien y demostrar en las redes que se lo pasan bien. “Yo solo vengo aquí para sacarme fotos”, confiesa uno de los presentes a Metrópoli Abierta.
Aunque no todos lo viven así: hay quien se olvida del móvil y del mundo entero para entregarse a sus ídolos musicales y cantar a grito pelado sin registrarlo con su smartphone. Asistimos a la apertura gratuita de la decimoctava edición del festival Primavera Sound para descubrir cómo son los festivaleros de este 2018. ¿Cuánto hay de postureo? ¿Cuánto hay de pasión por la música? Entrevistamos a jóvenes que nos responden a las preguntas.
El Primavera Sound, que espera recibir en esta edición 16.000 asistentes diarios, apuesta por una programación transgeneracional. Desde el consagrado Nick Cave o los cañeros Arctic Monkeys a la voz abstracta de Björk, pasando por el trap movidito de Bad Gyal a la dulzura de Amaia, la ganadora de Operación Triunfo (OT).
Este miércoles han pisado el escenario artistas tan dispares como Javiera Mena, Holy Bouncer, Starcrawler, Wolf Parade, Maria Arnal i Marcel Bagés y Belle and Sebastian y el polémico cantante de trap, Yung Beef.
Hasta el domingo actuarán 257 artistas, habrá 311 actuaciones en 15 escenarios en el Parc del Fòrum y siete más fuera. Definitivamente, el Primavera Sound se ha convertido en un mar inmenso de bandas con un fuerte oleaje de estimulación.