Ferran López ha presentado su dimisión como comisario jefe de los Mossos d'Esquadra. El nuevo conseller de Interior, Miquel Buch, ha aceptado la renuncia de López, que accedió al cargo con la implantación del artículo 155 y la destitución de Josep-Lluís Trapero. López ha estado en el cargo unos ocho meses, entre octubre y junio.
La Generalitat ha emitido un comunicado en el que expone que el adiós de López se debe a que la aceptación del cargo era "limitada y temporal al periodo que se abría con la nueva dependencia gobernativa", esto es la puesta en marcha del 155. López considera que ahora, con la constitución del nuevo Govern de la Generalitat, ya no tiene sentido seguir.
Aunque López ha presentado la renuncia, ya no contaba con la confianza del nuevo conseller ni del secretario de Interior, Brauli Duart. El nuevo Govern no podía pasar por alto que López ha estado al frente de los Mossos bajo la tutela del Estado.
La nueva cúpula de Interior ha encargado al nuevo director general de la policía autonómica, Andreu Martínez, que busque una persona de consenso para ocupar el cargo. Al primero al que se le ha ofrecido el puesto ha sido a Trapero, aunque como era obvio -está imputado por sedición por la Audiencia Nacional- no ha aceptado.