Los comerciantes de Barcelona están indignados con la alcaldesa Ada Colau y el grupo municipal de Esquerra Repúblicana de Catalunya (ERC) por no haber permitido que se llevara al pleno municipal la problemática de la venta ambulante ilegal en las calles de Barcelona.

Tanto la alcaldesa como ERC se había comprometido ante los miembros de la Plataforma d'Afectats pel Top Manta i la Venda Il·legal Ambulant a permitir que este asunto se llevara al pleno municipal, pero finalmente no se llevó por al negativa de BeC y ERC.

Los comerciantes acusan a ambos partidos de no cumplir con los acuerdos alcanzados en una reunión que mantuvieron unos días antes, tras la cual la alcaldesa hizo una declaración institucional en la cual reconocía que la venga ilegal no está permitida en Barcelona. Ese día se comprometió con los comerciantes a llevar esta declaración al pleno municipal.

Además, ese mismo día la plataforma se reunió con otros cinco grupos municipales, PDeCAT, PSC, Ciudadanos, ERC y PP, y llegaron a un acuerdo según el cual se debía promover un acuerdo de ciudad en defensa de un espacio público para todos y contra su uso para hacer actividades con ánimo de lucro, la adhesión de todos ellos a las reivindicaciones de la plataforma y al requerimiento presentado contra el Ayuntamiento, y la petición al consistorio para que cumpla con todas las iniciativas sobre este tema aprobadas en el actual mandato municipal.

Sin embargo, a última hora ERC se desmarcó de este acuerdo y se negó a firmar el texto que se tenía que presentar para que se aprobara una declaración institucional al respecto, lo que ha indignado a los miembros de la plataforma.

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