Barcelona tiene abiertos y funcionando todavía 1.793 pisos turísticos ilegales detectados. En pleno verano, y con las viviendas llenas, esto se traducirá en millones de euros que nadie controlará y centenares de problemas de convivencia difíciles de gestionar. 

Lo positivo es que el gobierno de Ada Colau dice haber clausurado 2.355 viviendas irregulares desde que inició el plan de choque en 2016. En estos dos años, los comuns han dictado 4.148 órdenes de cese de actividad. 2.129 han cerrado voluntariamente y 226 han sido precintados de manera forzosa. El anunci municipal ha coincidido con un toque de atención del Gremi d'Hotels por la caida del turismo de calidad en la ciudad.

La parte mala del anuncio hecho este jueves por la teniente de alcaldía, Janet Sanz, es que quedan 1.793 pisos ilegales por cerrar en los que ya se ha dictado la orden de cese de actividad. El trabajo municipal para detectar pisos turísticos ilegales a través de internet y con visitas presenciales ha permitido abrir 10.635 expedientes.

EIXAMPLE Y CIUTAT VELLA

La mayoría de pisos ilegales se han detectado en el Eixample (3.193) y Ciutat Vella (2.920). Después, por este orden, el resto de distritos con más viviendas son Sant Martí (1.220), Sants-Montjuïc (1.042), Gràcia (939), Sarrià-Sant Gervasi (487), Horta-Guinardó (364), Les Corts (195), Sant Andreu (171) y Nou Barris (104).

A lo largo de estos dos años, hasta mayo de 2018, el Ayuntamiento ha impuesto 5.503 sanciones, que oscilan entre 30.000 y 600.000 euros, a los propietarios de las viviendas y las plataformas de anuncios. En 2018, la actividad municipal ha comportado de enero a mayo 1.289 expedientes con 471 órdenes de cese de actividad y 495 procesos sancionadores.

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