La Barceloneta es un espectáculo. Mires donde mires encuentras alguna escena insólita. Este miércoles por la tarde, mientras observábamos a los turistas y a los vendedores ambulantes ofreciendo mojitos, hemos presenciado un acto inverosímil. La evidencia, captada por la cámara.

En las duchas de la playa, frente a los niños que se están quitando la arena y el salitre del cuerpo, un hombre de origen pakistaní empieza a escarbar un hoyo. Nadie se inmuta, él sigue buscando. De repente, tal como ha podido captar este medio, encuentra un paquete envuelto en plástico. Se levanta y se dirige donde está otro amigo suyo.

Con poca discreción, le pasa el paquete. Él saca el plástico y descubre el contenido: es hachís. El compañero que ha cavado el hoyo se va a lavar la manos –literalmente– y, mientras, el otro saca la arena de la piedra de droga que luego venderán a los turistas.

A continuación, tal como se puede apreciar en el vídeo, se le cae la piedra en la arena y, fuera de cámara, la vuelve a coger y la limpia con la camiseta. Más adelante, la venderán a alguno de los muchos turistas que buscan estupefacientes para sus vacaciones en la playa.

MÁS REDADAS CONTRA LA VENTA AMBULANTE

En un momento determinado, llega la Guàrdia Urbana a la Barceloneta y lleva a cabo una redada contra la venta ambulante. Ellos huyen corriendo. Como si de un montaje se tratara, toca la espalda de uno de los pakistaníes con mojitos, que ya se conoce el ritual. Se dirigen a la basura y él tira el contenido. “Solo estoy trabajando”, se queja él. El agente sonríe y responde: “Hoy solo te he pillado una vez, vives como Dios”.

La venta ambulante ha crecido en la Barceloneta. Según los vecinos, la permisividad del Ayuntamiento de Barcelona y la insuficiente actividad de la Guàrdia Urbana, han generado un clima de inseguridad insoportable. Tras varias manifestaciones vecinales, aseguran que desde esta semana los agentes llevan a cabo más redadas. Aunque, por ahora, el lema de los vecinos sigue cumpliéndose: Barceloneta, ciudad sin ley.