"No permitas que caigamos en la tentación de la división, de la confrontación, de la imposición de nuestras formas de ver y construir el mundo". Con este clamo de unión ha dado comienzo este lunes la misa por la Mercè oficiada por el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella. En el acto al que han asistido el presidente del Govern, Quim Torra –en su primera Mercè en el cargo–, con su mujer, Carola Miró, ha lanzado una súplica a la copatrona de Barcelona: "Pedimos paz y tranquilidad para nuestro mundo y, en especial, para nuestro país".
Omella, que ha leído parte de la homilía en catalán y parte en castellano, ha recordado que este año se conmemoran los 800 años de la fundación de la Orden de la Mercè, que se ha convertido en este tiempo en un "árbol frondoso que se ramifica en los cinco continentes" y ha suscitado diversas congregaciones de vida activa y contemplativa, y también asociaciones laicas.
LOS COMUNS Y LA CUP: AUSENTES
Al acto religioso, que ya no forma parte del programa oficial de actos de la fiesta mayor de la ciudad condal, no ha acudido la alcaldesa Ada Colau ni, oficialmente, ningún concejal de Barcelona en Comú ni de CUP-Capgirem.
Los que sí que han estado presentes en el acto han sido el Inspector General del Ejército de Tierra, general Fernando Aznar Ladrón de Guevara, y la subdelegada del Gobierno en Barcelona, Montserrat Garcia. También los presidentes del grupo municipal del PDeCAT y el de ERC, Xavier Trias y Alfred Bosch, para los que es la última Mercè en el cargo porque ya han anunciado que no encabezarán las listas en las municipales de 2019.
En la primera fila, en representación del consejo municipal de Barcelona estaban también Carina Mejías, presidenta del grupo de Ciudadanos, y Alberto Fernández, presidente del grupo Popular.