El problema de los menores que deambulan por las calles de Barcelona crece a un ritmo acelerado y ninguna solución planteada por la administración y distintas organizaciones está dando sus frutos. Según los últimos datos ofrecidos, en 2017 la Fiscalía de Menores de Barcelona, identificó a un total de 815 menores de edad no acompañados en la ciudad. Una cifra que se triplica a la del 2016, con tan solo 277 menores. 

Un creciente número de expedientes que acaban en las manos de la fiscalía de Barcelona con motivo de "la progresiva y creciente llegada a la ciudad de menores extranjeros no acompañados", y que han colapsado el sistema. La Fiscalía afirma que se encuentra desbordada ante tal situación y ante la falta de plazas en los centros de acogida para estos menores que acaban en dependencias policiales sin ningún lugar al que ir. 

UN PROBLEMA DEL QUE NADIE QUIERE ASUMIR 

Según la fiscalía, este problema corresponde solucionarlo a la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (Dgaia), que como institución debe tomar medidas para asignar de forma inmediata un espacio a cada uno de los jóvenes y evitar que acaben en dependencias policiales. Unos espacios que no son aptos para ningún ciudadano y menos para un menor. 

Para el fiscal, ello fue "incompatible con la atención y el trato que deben recibir desde la administración protectora", una situación que cambió después de que la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) dictara un acuerdo el 24 de octubre del año pasado prohibiendo la pernocta en dependencias judiciales.

DEPENDENCIAS POLICIALES DESBORDADAS

La problemática de la llegada masiva de menores inmigrantes no acompañados se ha desplazado a las comisarías de los Mossos d'Esquadra, como la de la plaza de España, donde a veces han llegado a pasar la noche una treintena de menores no identificados a la espera de que se les asigne centro.

De hecho, la propia Fiscalía ha abierto diligencias tras recibir un escrito del sindicato de Mossos SAP-Fepol en el que se alertaba de esta situación.

EVOLUCIÓN DE LA CRIMINALIDAD EN MENORES

En la memoria de la Fiscalía de 2017 también se recogen las cifras de criminalidad de los menores en la provincia de Barcelona, y según el análisis "no se han detectado brotes específicos de delincuencia y se mantienen cifras muy parecidas en relación al año anterior". Aunque parece que las cifras no dicen lo mismo, ya que los delitos de agresión sexual aumentaron de 25 a 38 casos y los delitos de violencia de género se han triplicado, pasando de 8 a 21 casos. Por otro lado, los robos con violencia han disminuido de 609 a 554.

Algo que choca con las opiniones de algunos trabajadores del metro o Mossos d'Esquadra, quienes discrepan de la disminución de los robos con violencia. "Cada vez son más agresivos los jóvenes que roban en el metro. Antes les "pillabas", les decías algo y se iban, ahora se te encaran y pueden llegar a ser peligrosos", comenta un trabajador del metro para Metropoli Abierta.