Okupas atacan una inmobiliaria y tres bancos en Sants
Miembros de Ca la Trava revelan que sucedió mientras se manifestaban
21 octubre, 2018 19:04Los okupas de Ca La Trava lo dicen sin tapujos: “Es una guerra”. Este domingo han revelado a través de su cuenta de Twitter que mientras “la policía asediaba Gràcia”, algunos miembros afines atacaron “tres bancos, una inmobiliaria y la sede de la Llave de Oro”.
Su rabia se ha desatado. De hecho, desde que se produjo el desalojo el pasado jueves, la cuenta de Twitter de los okupas de Ca la Trava no ha parado de arder. Día tras otro, los inquilinos del edificio de Travessera de Gràcia muestran en público que están orgullosos de sus destrozos y agradecen a aquellos que se suman a la causa.
ÉS UNA GUERRA.
— ?Ca La Trava Resisteix ??️? (@Ca_LaTrava) 21 de octubre de 2018
La policia pot militaritzar un barri, però Barcelona és gran i les nits son nostres. El mateix dia que la policia assetjava Gràcia tres bancs, una immobiliària i una seu de la Llave de Oro van ser atacades al barri de Sants. Merci companyes, amunt les guerrilles! pic.twitter.com/JbvLr2fEDr
DISTURBIOS Y DESTROZOS
Después de los disturbios y destrozos ocasionados el jueves por la noche, los okupas de Ca la Trava habían anunciado por las redes sociales que se preparaban para otra movilización en el corazón de Gràcia. Estaba prevista a las 19.30 horas del viernes. Sin embargo, al final la concentración quedó suspendida por los propios convocantes.
Todo apuntaba a que la segunda marcha okupa sobre Gràcia iba a ser multitudinaria. Colegas de otros distritos como el de Sants ya habían anunciado que asistirían. A través de la cuenta de Twitter de Acció Llibertària de Sants habían mostrado su apoyo y presencia en la 'mani', posponiendo así la “kafeta”. Pero resultó un fiasco por la presión policial y la lluvia. En efecto, los Mossos habían acordonado la plaza Revolució antes incluso de la hora señalada.
La Llave de Oro, propietaria del inmueble, hace años que quiere construir viviendas de lujo en Ca la Trava, pero tanto vecinos como okupas, incluso el mismo Ayuntamiento se han mostrado siempre disconformes con la idea de derribar el edificio. Ahora, según dicen los okupas, están en guerra.