Las recientes lluvias han sacado a relucir nuestros trapos sucios: la basura que navega sin rumbo por el mar ha amarrado en las costas de Barcelona. Desde el pasado fin de semana, las playas del Fòrum lucen así, llenas de residuos. Desde envases de plástico, hasta troncos, palos y piñas se acumulan sin piedad en la orilla.
Los servicios de limpieza se están encargando del asunto a cuentagotas pero, mientras, los vecinos se quejan de la situación. Sin ir más lejos, una de ellas, ha compartido su indignación a través de las redes sociales, haciendo hincapié en el incivismo.
LAS CLOACAS SE DESBORDAN
No es la primera vez que las playas dejan escenas incómodas después de un temporal. Cuando se producen grandes precipitaciones se desbordan las cloacas y es por eso que los residuos llegan al mar, en vez de a las plantas depuradoras donde son tratados asiduamente. En algunos casos, incluso han aparecido ratas muertas flotando.
No es un problema menor. La contaminación en mares y océanos produce una grave pérdida en la biodiversidad. La basura en general dificulta la navegación e impide el correcto flujo en la vida de los animales del mar. Y, de hecho, las mismas sustancias que pueden dañar la salud de los humanos también afectan a las especies marinas.
10 MILLONES DE TONELADAS DE BASURA
Según especialistas en Ecosistemas Acuáticos Continentales y Marinos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), los océanos se han convertido en enormes vertederos de basura debido, principalmente, a la mala gestión de los residuos urbanos en general. En este sentido, aseguran que cada año, aproximadamente 10 millones de toneladas de basura van a parar a los mares y océanos del mundo, acumulándose en los fondos, la columna de agua, la superficie marina... y las costas.
En junio de 2017, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, informó ante presidentes, diplomáticos, ministros y activistas defensores del medio ambiente de casi 200 naciones que los mares están "amenazados como nunca antes".
A pesar de los esfuerzos de organizaciones, se necesita una conciencia a nivel individual. El pasado 15 de septiembre, Día Mundial de la limpieza de playas, un centenar de voluntarios se concentraron en las playas de la Barceloneta para recoger la basura. El objetivo: evitar que en 2050 haya más plástico que peces en los océanos.