El pesebre de estas navidades, ubicado en la plaza Sant Jaume, ha conseguido causar un gran revuelo un año más. Personalidades políticas han mostrado rápidamente su rechazo. El líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, ha calificado de “bodrio” el pesebre que ha elegido Ada Colau.
Por su parte, la líder de Cs, Carina Mejías, ha acusado a la alcaldesa de "hacer el ridículo internacional convirtiendo la Navidad en el solsticio de invierno, con la intención de acabar con la tradición religiosa".
EL ARZOBISPADO SE PRONUNCIA
El Arzobispado de Barcelona también se ha pronunciado, aunque de forma más prudente. Ha considerado que "cada uno puede tener una opinión sobre la revisión del belén", aunque ha reconocido que es partidario de belenes "que puedan ser disfrutados entendidos por todos", insinuando que el de Colau no lo es.
El eco ha llegado hasta las redes sociales. Twitter ha actuado como termómetro y ha emitido un veredicto: el pesebre de este año no ha gustado demasiado.
La instalación de este año emula una comida familiar con personajes del pesebre de forma conceptual. En ella se incluye una mesa de gran formato con sus sillas, con Jesús presidiendo la mesa, personificado con un babero con su nombre colgado en la silla. La obra de Sebastià Brosa, que versa sobre los conceptos navideños de las comidas familiares y los buenos deseos mediante sus figuras, podrá verse hasta el 6 de enero.