Varapalo mayúsculo para el Ayuntamiento de Barcelona en un tema urbanístico: el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha declarado nulas las reformas hechas sobre la Torre Andreu, el edificio modernista barcelonés más conocido como La Rotonda, y ha decretado que se debe proceder al derribo de las construcciones indebidamente levantadas.
La sala de lo contencioso administrativo del TSJC ha estimado el recurso presentado por la Asociación La Rotonda, que llevó a los tribunales las reformas sobre el histórico edificio, situado en la esquina del paseo de Sant Gervasi con la Avenida Tibidabo de Barcelona.
PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO
La sentencia, a la que ha tenido acceso betevé, concluye que se vulneró el Plan Especial de Patrimonio Arquitectónico, por lo que anula tanto el Plan de Mejora Urbana, aprobado por el Ayuntamiento en mayo de 2008, como la licencia de obras que otorgó el mismo consistorio en 2011.
El TSJC, además, ordena el derribo de las construcciones, al considerar que fueron indebidamente levantadas, contraviniendo las normativas.
La torre, atribuida al arquitecto Adolf Ruiz Casamitjana, fue construida entorno a 1906 en unos terrenos que compró el doctor Salvador Andreu a través de la sociedad anónima El Tibidabo.
ESTABAN ADVERTIDOS
Ya antes de que se iniciaran las obras en litigio, la asociación alertó al Ayuntamiento de que vulneraban las normativas municipales relativas a la preservación del patrimonio artístico.
Pero, según informa hoy la asociación, en un comunicado recogido por Efe, ni el promotor de las obras, el grupo Núñez y Navarro, ni los sucesivos gobiernos municipales (PSC, CiU y, ahora mismo, Barcelona en Comú) anularon las obras, algo que sí ha hecho finalmente el TSJC, dos años después de que haya terminado la remodelación.
Las obras, llevadas a cabo por la constructora Núñez y Navarro, terminaron a finales de 2016 y sirvieron para convertir la Torre Andreu en un edificio con despachos, oficinas, locales comerciales y aparcamiento.