A los vehículos más contaminantes les queda un telediario. A partir del próximo 1 de enero de 2020 entrará en vigor la ordenanza que regulará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) permanente que se ha impulsado este jueves en la Taula contra la Contaminación del Aire. En un principio, afectará a 50.000 vehículos. "Es un primer paso para el objetivo de reducir hasta 125.000 vehículos en 2024", ha indicado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

La puesta en marcha de la ZBE prevé reducir la contaminación del aire en un 15 % en las zonas de más tráfico, en un proyecto que abarca 95 kilómetros cuadrados, e incluye Barcelona y parte de Sant Adrià del Besòs, L'Hospitalet de Llobregat, Esplugues de Llobregat y Cornellà de Llobregat. "Es una medida que hemos abordado desde el consenso y que no debe peligrar, a pesar de que haya un cambio al frente del Gobierno municipal", ha insistido Colau.

LIMITACIÓN EN HORARIO LABORAL

Por su parte, la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz, ha recordado que la ZBE permanente funcionará en horario laboral de lunes a viernes de 7 a 20 horas, mientras que las noches, fines de semana y festivos habrá libre circulación, en una medida que afectará a los vehículos que no tienen la etiqueta de la Dirección General de Tráfico (DGT).

No obstante, se estudiarán excepciones puntuales para vehículos de personas con movilidad reducida, servicios de emergencias y asistenciales. Además, los vehículos especiales podrían disponer de una autorización y se debatirá la posibilidad de establecer un número limitado de días al año para que los vehículos sin etiqueta puedan circular para usos puntuales.

SE ABRE UN PROCESO DE PARTICIPACIÓN

Para aprobar la ordenanza, se abrirá un proceso de participación que se llevará a cabo hasta el mes de setiembre de 2019. Luego, la aprobación inicial de la nueva ordenanza está prevista para el mes de octubre de 2019, y se calcula que la ZBE entre en funcionamiento el 1 de enero de 2020.

Barcelona se incorporará así a las más de 300 ciudades europeas que tienen medidas similares como Berlín, Londres o Bruselas, con el objetivo de cumplir el objetivo europeo de reducir la contaminación un 30 %. Para controlar su cumplimiento, se utilizarán las 78 cámaras instaladas en Barcelona y otras 60 en los otros cuatro municipios que identificarán las matrículas sin el distintivo.