La comisaría de Mossos de la plaza de Catalunya, cerrada en plena crisis de la seguridad

La comisaría de los Mossos d'Esquadra de la plaza de Catalunya sigue cerrada en plena crisis de la seguridad en Barcelona. Cada día se cometen en la ciudad 500 delitos y la comisaría más céntrica y estratégica lleva un año y medio cerrada. El equipamiento policial bajó la persiana en noviembre de 2017 para acometer unas "obras". Así figura en un arrugado papel, escrito en tres idiomas, en una de las paredes. Pero desde entonces poco o nada ha cambiado.

Desde el Sindicato de Mossos d'Esquadra (SME), el portavoz, Nacho Álvarez, estima que la comisaría pueda abrir a lo largo de este año, "dentro de seis u ocho meses", cuando se hayan llevado a cabo los trabajos para garantizar la seguridad del espacio. La comisaría se encuentra bajo el suelo, en las instalaciones ferroviarias, con la entrada justo delante de la antigua sede de Banesto, convertida ahora en un hotel.  

SIN REFORMA

El cierre de la comisaría se hizo por la puerta de atrás. Apenas hay referencias en internet sobre la clausura, lo que lleva a pensar que no se hizo un comunicado oficial. Fuentes de la oficina de comunicación de la policía autonómica confirman que fue así porque no sé consideró relevante. Las mismas fuentes aseguran que la comisaría abrirá "en breve", aunque no saben decir cuándo. Las obras, añaden, no las tienen que hacer ni Mossos ni la Generalitat, sino Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y el Ayuntamiento. Al cierre de esta edición ni TMB ni el consistorio supieron dar una respuesta.

Este viernes, Metrópoli Abierta ha comprobado que no hay actividad. Tampoco se está llevando a cabo reforma alguna. A través del cristal se ve que el interior está lleno de sillas, mesas, trozos de madera, cubos, bolsas y otros escombros. Álvarez explica que se han llevado a cabo obras de mantenimiento para mejorar la iluminación y el aire acondicionado, entre otros aspectos. "Cerró porque había problemas con diferentes servicios". Pero antes de que vuelva a abrir habrá que mejorar la seguridad de la comisaría, unos trabajos que en un primer momento no se plantearon. "Estamos en nivel 4 sobre 5 de alerta antiterrorista".

Papel en el que se anuncia el cierre de la comisaría, en noviembre de 2017 / JORDI SUBIRANA 

ASALTO EN CORNELLÀ

El pasado agosto, un hombre de origen argelino entró en una comisaría de la policía autonómica de Cornellà de Llobregat con un cuchillo al grito de "Alá es grande". El asaltante fue abatido por los agentes. Pero el incidente llevó a los responsables del departamento de Interior a pensar en mejorar la seguridad de los cuarteles, entre ellos el de plaza de Catalunya. En el equipamiento hay que poner cristales blindados, mamparas, control de acceso y cámaras de seguridad. 

La comisaría de la plaza de Catalunya abrió en 2005, coincidiendo con el despliegue de los Mossos en Barcelona. En esta comisaría trabajaban 94 agentes de los que 21 eran de paisano que patrullaban en el suburbano. Solo en 2010, el equipamiento tramitó 20.000 denuncias por robos y hurtos en el transporte público, explicó por aquel entonces el comisario Joan Miquel Capell en una entrevista en Rac 1 recogida por La Vanguardia. 

"Era una comisaría estratégica. Ahora muchas de estas denuncias se reparten entre Ciutat Vella, Eixample y la comisaría del aeropuerto de Barcelona. Esta última la utilizan sobre todo turistas", subraya Álvarez. A nivel laboral, los agentes que ahora trabajan en el metro se quejan de que no disponen de un espacio donde hacer las diligencias o llevar a los detenidos y tienen que desplazarse a la comisaría de Sant Martí para hacer las distintas tramitaciones o conducir a los arrestados.

Interior de la comisaría de los Mossos de la plaza de Catalunya / JORDI SUBIRANA

CÁMARAS OBSOLETAS

Las mejoras que se tienen hacer en la comisaría de la plaza de Catalunya se tienen que implementar también en otros equipamientos policiales de Barcelona. El SME denuncia que las cámaras están obsoletas y faltan pivotes en las entradas -como las que ponen en las joyerías- para evitar que haya vehículos que puedan estrellarse contra los cuarteles. "También pedimos mejorar la seguridad perimetral, la oficina de recepción de denuncias y renovar las puertas". A diferencia de algunas comisarías de la Guardia Urbana, algunas de las de Mossos no disponen ni siquiera de persianas metálicas que se puedan bajar en caso de que se produzcan lanzamientos de objetos.