Londres es una de las ciudades más visitadas de todo el mundo. Muchos son los factores que atraen a los turistas a visitar la capital inglesa, pero su arquitectura y la estructura de sus calles son una de las características que más llama la atención. Entre los rascacielos que adornan la ciudad, a parte del Big Ben, hay otro menos conocido que sorprende de todo aquel que lo vislumbra a lo lejos: la torre Gherkin (30 st. Mary Axe).  

 

Torre Gherkin diseñada por Norman Foster en Londres



 

Norman Foster, el conocido arquitecto británico que diseñó la torre de Collserola, fue muy criticado cuando el edificio situado en el corazón financiero de Londres acabó de construirse. Los ciudadanos de la capital no dudaron en hacer múltiples comparaciones con la gran construcción, la relacionaron con la forma de un pepinillo, de un supositorio e incluso de un miembro viril

Pero aunque los principios del emblemático edificio fueron convulsos, Foster ganó un galardón por la idea arquitectónica y Jean Nouvel, un reconocido arquitecto y diseñador francés construyó un edificio muy similar en Barcelona, la Torre Agbar, ahora Torre Glòries. Los habitantes de la ciudad condal, al igual que los londinenses, se sorprendieron por la extraña forma del edificio y finalmente lo apodaron como el supositorio de la ciudad

 

Torre Glòries diseñada por Jean Nouvel 



 

UNA NUEVA EXCENTRICIDAD EN EL 'SKY LINE' 

Londres no esperaba volver a sorprenderse por un nuevo rascacielos, pero Norman Foster, lejos de sentirse coaccionado por las críticas propuso al Ayuntamiento de la ciudad una nueva idea arquitectónica todavía más inaudita. Un edificio con forma de tulipán ha dejado estupefactos a la mayoría de los ciudadanos de la capital inglesa, la representación de como quedará finalmente ha sorprendido y mucho, tanto que sin haberse construido todavía algunos no han dudado en compararlo con un dildo. 

 

Imagen, creada digitalmente, de la nueva torre 'tulipán' de Londres / DBOX



 

Por el momento el consistorio de la ciudad ha dado luz verde para que se lleve a cabo la construcción del tulipán. La construcción del edificio empezará en 2020 y está previsto que finalice cinco años después. Estará financiado por el multimillonario brasileño Jacob Safra, dueño también del rascacielos Gherkin. En total se estima que medirá 305 metros de altura y pretende ser un edificio estratégico para la continua transformación de la City de Londres en un lugar atractivo para los visitantes. Proporcionará una vista única y paseos en una cápsula góndola en la fachada del edificio, además pretende aportar un beneficio de 1.000 millones de libras a la ciudad de Londres. 

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