Círculos radicales independentistas de Barcelona preparan una nueva estrategia para calentar las calles catalanas y, especialmente, las de la capital. Tras las últimas movilizaciones, en las que no se reunió tanta gente como esperaban, las alarmas han saltado: o se dan acicates a los activistas o el procés está muerto. “¿Dónde está el espíritu del 3-O, del 8-N y de tantos días?”, advertía una comunicación enviada este miércoles a última hora de la tarde desde la plataforma Crides per la República a sus militantes.
Esta comunicación explicaba que “Estamos dando pena el último año. En las movilizaciones en las que antes había 30.000 personas, ahora hay 5.000. ¿Qué más ha de pasar? Tenemos gente en la cárcel y no hemos sido capaces de hacer una huelga indefinida”. Para entender este tono hay que valorar la exigua asistencia a las manifestaciones de este Primero de Mayo. En la manifestación principal, según sus convocantes, asistieron 30.000 personas. Según la Guardia Urbana, unas 5.000. Y ésa es una estimación muy generosa. En las manifestaciones puramente independentistas de la tarde, que fueron las que provocaron la anterior comunicación, la asistencia fue aún menor: aunque había 25 entidades convocantes, sólo se reunieron en la manifestación unitaria de las 6 de la tarde alrededor de 700 personas.
Ante ello, tanto las plataformas soberanistas como entidades independentistas y partidos políticos se han intercambiado mensajes para movilizar a sus militantes. Y la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de no permitir los nombres de Carles Puigdemont, Toni Comin y Clara Ponsatí en la candidatura de Junts per Catalunya de las elecciones europeas es la excusa perfecta.
OBLIGACIÓN DE MANIFESTARSE
En la comunicación de la plataforma citada, su máximo responsable les advertía: “Me dirijo a aquella gente que nunca sale. Este viernes tenemos la obligación, sí, la obligación, de salir a la calle. Están intentando prohibirnos votar a quien queramos. Es hora de dejar a un lado el partidismo e ir todos a una”.
La arenga asegura que “la República comienza el viernes” y enfatiza que es preciso “revertir la situación, iniciar una movilización constante. A partir de ahí, llegará la huelga indefinida y las cosas cambiarán mucho”. Ante ello, piden “que el viernes la gente salga a la calle para protestar contra la vergüenza de la JEC. El viernes, todos ante la Delegación del Gobierno a las 19 horas”. El mensaje se dirige especialmente a las personas “que se manifestaron el 3-O”. Es decir, a los que el 3 de octubre del 2017 secundaron la huelga general convocada por los sindicatos independentistas.
La convocatoria es apoyada también por entidades soberanistas como la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural o formaciones como la CUP, ERC y Junts per Catalunya. La ANC emitió este jueves un comunicado en el que llama a la concentración anunciada el día antes por las Crides per la República, bajo el lema Pels drets civils i polítics: Prou manipulación electoral. Se pretende que sea un golpe de efecto para “levantar la moral y volver a tomar el pulso de la movilización”.
COINCIDENTE CON LA CAMPAÑA MUNICIPAL
Esta nueva etapa de movilizaciones coincide justamente con la campaña electoral de las municipales del 26 de mayo. Durante esta campaña, la CUP, que es el partido que aglutina el voto de la izquierda radical, prepara acciones “vistosas y contundentes”. Esta formación vuelve a presentarse con el apoyo del Partido Pirata, como en los anteriores comicios.
Los cuperos unificarán sus estrategias para adecuar los actos de la campaña de las municipales con la denuncia de la decisión de la JEC. Y, aunque no se presentan a las elecciones europeas, apoyarán las protestas por la exclusión de los tres políticos fugados. Paralelamente, la CUP está centrando sus esfuerzos en “trabajar conjuntamente y sumar fuerzas con las candidaturas de unidad popular de cara a las municipales”. Para la formación anticapitalista, “nos hacen falta municipios más valientes, con alcaldes y alcaldesas comprometidas con una vida digna y con el ejercicio de la autodeterminación y dispuestas a defender nuestros derechos con la desobediencia civil e institucional su es preciso”.
La formación anticapitalista realizará, tras las elecciones, una conferencia política en la que redefinirá la estrategia del futuro y en la que piensa realizar “un balance político mucho más detallado, dibujando también las líneas maestras de nuestras propuestas para el momento político”.