El próximo 15 de junio arranca una nueva edición del Pride Barcelona, el festival reivindicativo de los derechos del colectivo LGTBI, y que acabará el día 29 del mismo mes. El año pasado la celebración tuvo un impacto económico de 65 millones de euros y este año se prevé que alcance los 70 millones, con un total de 400.000 personas en la capital catalana.
Según explica Betevé, los organizadores de esta edición “están decepcionados con la falta de apoyo municipal” para poder potenciar el festival y critican que el Ayuntamiento no haga ninguna aportación. El presidente del comité organizador, Juan P. Julià, ha asegurado que desde 2017 el Pride no recibe ninguna contribución económica por parte del consistorio.
Además, Juliá ha añadido que le parece “muy positivo” que haya una concejala de feminismo y LGTBI pero, por otro lado, cree que esta fiesta se tendría que “subvencionar” porqué sirve para “visibilizar la diversidad” i actualmente “funciona a base de voluntarios”.
REIVINDICAR LAS FAMILIAS LGTBI
El lema de esta convocatoria será We are family, porque el objetivo de esta edición es reivindicar la existencia y la visibilidad de las familias LGTBI, la educación en la escuela sobre la diversidad familiar, la orientación sexual y la identidad de género.
Este año se ha dedicado una zona más grande para las actividades con familias en Pride Kids, que contará con un nuevo escenario, en el que actuarán grupos musicales. Además, se ha ampliado la zona de la avenida Maria Cristina y se añade la plaza de l’Univers.