La petición de un piso público en Barcelona se ha disparado un 45% los últimos cuatro años. Así lo corroboran los datos del Consorcio de Vivienda de Barcelona, un organismo controlado por la Generalitat (60%) y Ayuntamiento (40%) al que ha tenido acceso Metrópoli Abierta. Los datos indican que a finales de 2018 había inscritos en el Registro de solicitantes de vivienda de protección oficial 40.896 personas. A finales del 2015 los demandantes eran 28.238, 12.650 menos que ahora.
A lo largo de la última década, las solicitudes de una vivienda pública han ido claramente al alza coincidiendo con el aumento de los precios de compraventa en el mercado privado, la subida de los alquileres y la falta de un parque de pisos públicos a nivel europeo -en la capital catalana no llega al 2%, mientras que en Francia, por ejemplo, es del 17%-. En 2009, los inscritos en el registro eran 19.049. Dos años después, en 2011, la cifra había aumentado hasta 30.572. En 2016, la cifra apenas había variado respecto a 2011, 30.637. Desde entonces, el incremento ha sido cada año importante hasta situarse en 36.577 en 2017, y los citados 40.896, el año pasado.
GESTIÓN DESASTROSA
La elevada demanda de vivienda pública de los dos últimos años en la ciudad ha coincidido con los gobiernos de Quim Torra en la Generalitat y de Colau en el Ayuntamiento. Sin embargo, desde las filas de Junts per Catalunya en el Ayuntamiento se recuerda que entre 2011 y 2015 la cifra se rebajó hasta los 28.238. Bajo el mandato de Colau, "la persona que lo tenía que arreglar todo porque era cuestión de voluntad política, esta lista se ha disparado hasta cerca de los 41.000. Estamos ante uno de los datos que pone de manifiesto de forma más clara el desastre de gestión que ha significado el gobierno de Colau en uno de los ámbitos que consideraban prioritarios".
Los datos figuran en la memorias colgadas en la web del Consorcio de la Vivienda, aunque llama poderosamente la atención que, casi a mediados de 2019, en el portal solo hay colgados los informes hasta 2016. Fuentes municipales informaron que la memoria de 2017 todavía está maquetándose y que la de 2018 está en fase de elaboración. Las mismas fuentes aseguraron que tampoco disponían de cuántos eran los solicitantes de vivienda pública en Barcelona en 2017 y 2018. Metrópoli Abierta accedió a estos datos a través de otras fuentes.
700 U 800 VIVENDAS DE COLAU, SEGÚN LA OPOSICIÓN
Algunas de las razones del aumento de la demanda para acceder a una vivienda pública en Barcelona son la subida de los precios de los alquileres, hasta un 40%, según el alcaldable Manuel Valls, y la falta de un parque público de viviendas. Los distintos partidos de la oposición han acusado a Colau de haber entregado únicamente este mandato entre 700 u 800 pisos acabados cuando la alcaldesa en la campaña de las municipales de 2015 aseguró que construiría 4.000. A lo largo de la campaña pocas menciones se han producido sobre la responsabilidad de la Generalitat en la política de vivienda de la ciudad,
Las cifras que maneja la oposición municipal poco tienen que ver con las que el gerente de Vivienda del Ayuntamiento, Javier Burón. Según detalló a el Periódico, se han entregado 2.600 viviendas, de las que 834 son de nueva construcción, 566 compradas y rehabilitadas, 323 pisos privados que estaban vacíos y otros 800 son de rotación en el parque municipal.
SUBASTA DURANTE LA CAMPAÑA
Los partidos que aspiraban a llegar a la alcaldía convirtieron la campaña electoral en una subasta en torno a la vivienda para conseguir pellizcar unos cientos de votos. Tras las elecciones, las formaciones que tienen más opciones de formar parte del gobierno de la ciudad son ERC, como ganador de los comicios, Barcelona en Comú y PSC. Ernest Maragall se ha comprometido a levantar 15.000 pisos sociales en dos mandatos; Colau quiere pasar de 1.000 a 1.500 viviendas asequibles por año, y Jaume Collboni propone recuperar la receta socialista de edificar 4.000 casas por mandato, 1.000 por año.