Sábado noche. La práctica totalidad de los comercios de Sant Antoni permanecen cerrados. Todos ellos con persianas metálicas para intentar dificultar al máximo la labor de los ladrones. Pero sin vigilancia policial, estas medidas de seguridad sirven para poco.

En el barrio desde hace algún tiempo se está viviendo una auténtica plaga de robos. Tantos, que los comerciantes y vecinos han decidido buscar una manera para denunciar el abandono que sufren por parte del Ayuntamiento de la ciudad ante la ola de robos que vienen sufriendo desde hace un tiempo.

ASALTOS NOCTURNOS

Los comerciantes han denunciado que en apenas 24 horas, tres comercios del barrio han sido asaltados por los ladrones.

El primero de ellos ha sido el restaurante Last Monkey, situado en la calle Comte Borrell. El local ha amanecido con la persiana reventada y la cerradura forzada. Los ladrones han entrado en el local y han podido actuar a sus anchas.

Estado de la persiana del restaurante Last Monkey /@stoprobossanta1



ESCUELA DE NIÑOS

El segundo robo del día, o de la noche, según se mire, se ha producido en el local que acoge la sede de la escuela infantil Bambi Roig. Se encuentra en los bajos del edificio situado en el número 191 de la calle Tamarit. En este caso, al igual que en el del restaurante Last Monkey, los cacos han reventado la persiana y sean colado en el interior del local.

Ni siquiera se libra una escuela infantil / @stoprobossanta1



Y TRES, LOS MUEBLES

El tercero de los casos que ha sufrido el interés de los cacos ha sido un negocio de muebles. Se trata de la sucursal que la empresa L.Ments tiene en el barrio de Sant Antoni y que se encuentra en el número 120 de la calle Sepúlveda. En este caso, a los ladrones les ha bastado con forzar la cerrado para entrar en el local.

DOS SEGUIDOS

A estos hay que añadir los dos robos sufridos por un solo comercio, una panadería, en apenas 24 horas. El local se encuentra en la esquina entre Gran Via y Calabria y los empleados de la misma se han encontrado dos días consecutivos, los pasados viernes y sábado, que los ladrones habían entrado en el local tras reventar las dos veces la persiana.

PROFESIONALES

Entre los comerciantes del barrio está creciendo de manera exponencial la preocupación por este tipo de situaciones. Consideran que los ladrones actúan con enorme profesionalidad, tanto por las horas en las que deciden llevar a cabo sus acciones como por las herramientas que emplean para acceder al interior de los locales.

Por eso exigen que el Ayuntamiento tome medidas urgentes que ayuden a acabar con el problema que sufren día tras día en sus comercios. Desde que empezaron a contar los robos que sufren los comercios de la zona, hace apenas tres semanas, ya contabilizan 23.

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