Barcelona afronta una temporada de obras en diversos barrios. Estas por la noche permanecen a la merced de cualquiera, por eso al equipo de gobierno de Ada Colau se le ha ocurrido una solución rápida e inmediata, pero dudosa. Según ha adelantado Crónica Global, el Ayuntamiento estaría contratando a clanes gitanos para vigilar las obras. El consistorio de la capital catalana afronta una doble denuncia ante el Departamento de Interior por pagar a empresas no certificadas para controlar reformas urbanas.
UN ARMA DE DOBLE FILO
Bien es sabido por algunos vecinos de la ciudad condal, que este tipo de clanes se ofrece a los constructores y trabajadores de las obras para vigilarlas durante la noche. Evitan que otros roben materiales, que son muy costosos, o que hagan destrozos. Los gitanos que ofrecen este tipo de servicios usan un arma de doble filo, prometen vigilancia exhaustiva, a cambio de no llevarse ellos mismos el material de la obra.
Cuando el Ayuntamiento ha sido preguntado por el pago a empresas no certificadas, se ha negado a contestar. Los vecinos de algunos barrios de la ciudad ya están alerta de esta situación, aseguran que los gitanos han colocado la "rueda romaní", como comúnmente se le llama a la bandera gitana, para alertar de su presencia en las obras.
OTRA DENUNCIA
El medio también ha preguntado a empresas de seguridad sobre la dudable decisión que ha tomado el Ayuntamiento de la ciudad condal. Los portavoces de estas han desconfiado de la eficacia y la fiabilidad de estas medidas, y han asegurado que las vigilancias "las debe realizas una empresa acreditada". Por eso la representación de la parte social ha interpuesto una doble denuncia ante la Consejería catalana de Interior para que el departamento descubra si las empresas que vigilan las obras públicas reciben algún tipo de remuneración.