Los vecinos dicen basta. La presencia de carteristas en la capital catalana no deja de ir en aumento, y ya va más allá de los principales focos de conflicto, situados en el distrito de Ciutat Vella.

Esta vez, los hechos han tenido lugar en la calle de Sants. Un grupo de vecinos ha retenido a un ladrón que actuaba a plena luz del día, y ha evitado que se hiciera con su cometido.

DIFERENTES MÉTODOS

Parece ser que incluso los carteristas se reinventan. En el barrio Gòtic los vecinos increparon a un ladrón que hacía firmar a sus víctimas, generalmente turistas, un falso documento mientras les estaba robando.

Otros no dudan en utilizar la violencia independientemente del perfil de la víctima. Buen ejemplo de ello es la anciana de 93 años que fue asaltada en el ascensor de su finca, situada en el barrio de Sant Antoni, y cuyo agresor le rompió un dedo para robarle el dinero que había sacado del banco.

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