Las personas sintecho llevan de media viviendo en las calles de Barcelona casi cuatro años. Los datos los ha dado a conocer este jueves Arrels Fundació, una de las entidades más importantes que se dedica a la atención de los sinhogar en la capital catalana.
El pasado 12 de junio, y como ya ha hecho los últimos cuatro años, la asociación contó la gente que dormía al raso en la ciudad y los resultados son estremecedores: 1.195 ciudadanos están sin casa y no reciben cobijo -en algunos casos porque no quieren- en ningún albergue o piso social de la ciudad.
Los sintecho llevan durmiendo en la vía pública tres años y 11 meses, siete meses más de media que en 2018, y casi el 60% no tiene casa desde hace un año o más. Para la obtención de estos datos, Arrels ha entrevistado a 347 sintecho.
La radiografía de Arrels también muestra que estas personas cada vez más son víctimas de agresiones, tanto verbales como físicas. El porcentaje es de un 38% en el caso de los hombres, mientras que en las mujeras, la cifra se eleva hasta el 43%.
42,3 AÑOS DE MEDIA
En el recuento de las personas sintecho participaron 549 voluntarios que peinaron hace casi un mes 61 de los 73 barrios de la ciudad. El incremento de gente durmiendo al raso ha crecido un 27% en cuatro años. De 941 se ha pasado a los citados 1.195.
Del total, un 83% son hombres, y un 11%, mujeres. Los restantes no se consideran ni hombre ni mujeres. La media de edad se sitúa en los 42,3 años. Y los entrevistados por Arrels provienen de 49 países diferentes. La mayoría de sintecho de Barcelona son de España, Rumania, Marruecos, Italia y Polonia.
SIN INGRESOS
De las 1.195 personas localizadas, un 73% no tiene ningún tipo de ingreso, ni siquiera una prestación social. Este dato se ha incrementado siete puntos respecto a junio de 2018- Y el 44% asegura no haber recibido ningún tipo atención por parte de un trabajador social durante los últimos seis meses.
Uno de los datos más preocupantes es que casi la mitad de los sintecho presenta problemas de salud física. Tres de cada diez sufren enfermedades crónicas y un 35,4% ha necesitado atención médica de urgencias en el último año. En 2018, hasta noviembre, habían muerto en la ciudad 46 sintecho. Dormir en la calle acorta la vida unos 20 años.
Un 11% de las personas localizadas presenta una situación de vulnerabilidad elevada, esto significa que necesitan una intervención social prioritaria. Si a estos vecinos se suma los que sufren una situación de vulnerabilidad media, la cifra aumenta hasta el 63%. La situación de vulnerabilidad se evalúa a partir del edad, el estado de salud y si han sufrido o no agresiones.