En el aire del metro no hay fibras amianto. Así lo asegura la empresa Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) tras los análisis llevados a cabo, las últimas semanas, por un grupo de expertos creado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona.
Las muestras se han recogido en cinco puntos distintos de las estaciones de Catalunya y Torrassa, de la L1, y de Passeig de Gràcia y Liceu, de la L3. Según TMB, las paradas se han seleccionado por tener las condiciones ambientales más desfavorables -desde antigüedad de construcción y de los convoyes que circulan a presencia de partículas de fibrocemento en la infraestructura-, y un elevado uso.
2.500 LITROS DE AIRE AMBIENTAL
En los distintos puntos de muestreo, los aparatos captaron y filtraron 2.500 litros de aire ambiental. En ningún emplazamiento se localizado fibras de amianto, pero la acumulación de polvo en la recogida de dos de las muestras de la estación de Catalunya recomienda repetir la recogida en esta parada.
En los análisis también se han examinado materiales sólidos, 69 en total, de los filtros de aire, túneles y la gravilla de las vías. Los análisis confirman que tampoco hay amianto, asegura TMB.
SACADAS 108 TONELADAS DE FIBROCEMENTO
Hasta ahora, y dentro del plan de retirada de las estructuras con amianto de las estaciones, TMB asegura que ya se han sacado 108 toneladas de fibrocemento, aunque todavía quedan otras 293 para retirar.